sobre las cosas del vivir



lunes, 31 de diciembre de 2012

monstruos...



Asustan porque existen.
Todos los tenemos ocultos en algún rincón de alguna parte. Están ahí, algunas veces chillan, muerden y arañan, otras veces parece que duermen, incluso creemos que han muerto. Pero todos los conocemos, nuestros monstruos, los que nos acompañan desde que éramos niños, o los que nacieron con los desamores, con las deudas, con las desilusiones, con los miedos. Hay monstruos de pasado y otros de futuro. He conocido a alguien para quien sus monstruos eran dolores imaginarios escondidos en sus entrañas, para otros los monstruos tienen nombres y no cambian, obsesiones, miedos, angustias, deseos absurdos. Los monstruos tienen dientes que nos muerden, nos impiden ser y avanzar, nos frenan y nos rompen la alegría.

Que seamos capaces de enfrentarnos, cada uno de nosotros, a nuestros monstruos.
Que seamos capaces de vencer.
Que seamos capaces de ser, sin monstruos que nos lo impidan, felices.


viernes, 28 de diciembre de 2012

las pasiones del amor...


Venus, cupido y las pasiones del amor. (1545) Agnolo Bronzino.


Al salir de clase por la noche, generalmente los martes, un grupo de profesores (de arte) nos quedamos tomando unas cervezas o unos vinos en un bar cercano. Es sin duda uno de los momentos más interesantes de la semana porque siempre se habla, entre muchas risas, de lo que más nos interesa, el arte, no solemos hablar de política ni de chismorreos, no nos quejamos de lo mal que va todo, ni siquiera hablamos de lo cotidiano que nos sucede en las aulas. Entre muchas risas es quizás cuando más aprendo y comprendo.
El martes pasado, entre muchas risas, se habló de erotismo y pornografía. Un mundo que desconozco, entre muchas risas se dijeron cosas que me resultaron extremadamente interesantes. En estos días de vacaciones, teniendo a mi disposición el universo a través de internet he intentado buscar y comprender algo de todo aquello que se dijo entre muchas risas y que parecía tan cierto. He visto imágenes eróticas y pornográficas, algunas brutas y sórdidas y otras bellas, pero ninguna ha conseguido despertar mi emoción. En este mundo lleno de imágenes, libertad y tecnología no he encontrado nada que me haga estremecer.
Pero por ejemplo la mirada de cupido adolescente que se pierde en la boca Venus me transporta, una mirada que respira el aliento sabio y sereno.

En 1545 Bronzino pintó las pasiones del amor, he tenido que volver muy atrás para encontrar en la historia del arte imágenes que me emocionan y me hacen vibrar.




martes, 25 de diciembre de 2012

el decorado de la vida...



Anoche estaba la chimenea encendida, habían puesto una mesa preciosa, mi amigo había escrito los nombres de cada uno en un trozo de papel con letras doradas y lo había colocado sobre los platos, los cubiertos eran de plata y las copas de cristal reflejaban las luces en la penumbra. Todo precioso, dijo mi amigo que las luces de las velas hacen a las mujeres hermosas porque les brillan los ojos. La música suave, las risas tan sinceras como el cariño. Pensé lo agradable que era todo, se disolvió la melancolía entre amigos.

El decorado de la vida puede hacer cambiar el rumbo de las cosas y curar las penas.


lunes, 24 de diciembre de 2012

fluir...




Fluir, que fluya el tiempo sobre nosotros, que fluyan las cosas, las palabras, los recuerdos y todos los sentimientos, que fluya la vida que pasa y si nos roza, la muerte. 

Fluir, eso deseo.



jueves, 20 de diciembre de 2012

flor de diciembre...



Es la misma calle de todos los días a esta misma hora. Camino rápido para llegar a tiempo, intentando, como todos los días, no mirar lo feo y lo sucio, ni las luces falsas, ni los falsos colores alegres que han colocado por todas partes por ser diciembre.
Ellos suben despacio por la misma calle, serán hermanos porque sus ojos negros son casi idénticos. Uno de ellos camina con mucha dificultad, arrastrando los pies, se apoya en el otro para no caer, lleva un pensamiento amarillo en la mano. Al cruzarme con ellos por la misma calle de todos los días tengo cierto temor (qué duro se me hace reconocer que siento miedo).
Él tiene alguna discapacidad que le impide moverse y hablar con normalidad. Tiende la mano y me ofrece la flor. Por un momento dudo si aceptarla (qué difícil se me hace reconocer que desconfío).
Acepto la flor y sus palabras, acepto también su sonrísa, que es casi una mueca, y su mirada profunda que no comprendo, pero ya sin miedo.
Sigo caminando con el pensamiento amarillo en la mano y el corazón lleno de alegría.

Qué gran regalo inesperado ha sido esta flor de diciembre.


martes, 18 de diciembre de 2012

la bahía...




En aquella bahía el mar solía estar en calma, los barcos fondeaban tranquilos, nunca había vientos traicioneros que levantaran olas o hiciesen garrear las anclas. Se balanceaban dulcemente los barcos y borneaban juntos mirando al norte cuando soplaba la brisa seca que venía de tierra. Desde la orilla se podía oír el crujir de las maderas o el rumor de las conversaciones de los marineros, las palabras también se las llevaba el viento seco del norte. Cuando los barcos zarpaban y se iban empujados por ese viento honesto no quedaba nada de ellos en la bahía. Ni el recuerdo.

En el mar es difícil dejar huella.


domingo, 16 de diciembre de 2012

la vie est belle...



Una flor, unas ramitas de romero y unas hojas de hiedra en una copa de cristal, mirarlo despacio y estremecerse un poco porque es muy hermoso. La alegría que se siente cuando te espera en la casa un buen libro, estás cansado y hace frío pero deseas llegar, tomar algo caliente y leer, con las manos en los bolsillos, caminando rápido sonríes, sentir esa alegría es muy hermoso. Alguien te pide un abrazo, apoyas la cabeza en su cuello y respiras su calor, abrazar es muy hermoso. Mirar, soñar es muy hermoso. El color de la pared, cómo se filtra la luz por las cortinas, el suelo de madera, el silencio, pensar en lo que cocinarás por la noche, encender las velas, tener ilusiones pequeñas es muy hermoso. Saber que hay alguien con quien te gustaría hablar de cualquier cosa, aunque no esté cerca o casi nunca lo veas, cuando piensas en algo que te parece interesante, cuando pasa algo especial te gustaría decírselo, es muy hermoso. Conseguir no enfadarse demasiado aunque las cosas sean injustas o feas es muy hermoso. Todo pasa y es muy hermoso. Escribir, dibujar, aunque no te quedes satisfecho con lo que haces, es muy hermoso. Las cosas bellas que se recuerdan, las personas alegres, algunos ojos, muchas manos son muy hermosas. Concentrarse mucho en lo que estás haciendo y que el tiempo pase sin darte cuenta es muy hermoso. Aprender y también olvidar es muy hermoso.

La vie est belle.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

sol de diciembre...



No habla, ni ríe, se tapa con un manto de nubes empedradas, como si tuviese frío.
Tímido, pudoroso, no daña ni alegra ni calienta. No piensa en azul.
A sus pies el mar insensible, de plomo, triste como él.
No recuerda ni acaricia ni desea ya la piel desnuda.
Consuela saber que pase lo que pase volverá a brillar, el sol de diciembre.

Tener alguna certeza ayuda a vivir.


domingo, 9 de diciembre de 2012

candela...



Cuando era un cachorro no me separaba de ella. Vivíamos las dos solas en aquel páramo frío, paseábamos por el campo y ella, que era tan pequeña, se hundía en la nieve, tiritaba y me miraba pidiéndome ayuda, yo la metía bajo mi chaqueta, se quedaba inmóvil respirando despacito, nuestros corazones latían a la par, yo la protegía del viento helado, ella me daba amor.
Muchas veces dormimos juntas. Muchas veces nuestros corazones han latido a la par.
En las casas donde he vivido, en las ciudades donde he ido, junto a las personas que he amado, en las mañanas de sol, en la orilla del mar, en alta mar, en el coche, en la montaña, rodando por las dunas de arena, en los viajes, en las noches de sofá, en mitad del ruido y en el silencio, en las risas y en las lágrimas, ella siempre me daba amor. Ha sido mi compañera, mi juguete, mi consuelo muchas veces, mi refugio, porque en el amor siempre se encuentra refugio.
Envejeció dándome su vida con todo el amor.
Candela murió ayer dándome amor y un dolor agudo que pasará. Y aunque todo pasa no la olvidaré nunca.

Imposible olvidar tanto amor.

viernes, 7 de diciembre de 2012

los árboles de diciembre...




Bajando por el sendero que lleva al río están los huertos de naranjos. En estos días ha llovido mucho y todo está verde y esponjoso, el aire frío hace que los colores sean un poquito más azules y la tierra más dura. Caminar entre naranjos con las manos en los bolsillos y la mirada en el cielo. Tropezar, sonreír porque cuando uno tropieza hace gracia, aunque esté solo. Y de pronto al alzar la cabeza te encuentras con el árbol más bonito que se pueda soñar. Las naranjas tintinean en el verde.

Es sin duda el árbol más bonito para diciembre.


martes, 4 de diciembre de 2012

otro diciembre...



Es un caserón antiguo a las afueras de una aldea de cuevas y tierra roja al norte de Granada.
Es una habitación en la planta baja, donde están la cocina y la chimenea.
Hay un fotógrafo, amigo de la mujer rubia, haciendo fotos.
Hay un niño pequeño, pálido y muy delgado, que duerme enroscado como un gatito sobre un sillón.
Hay un hombre que acaba de llegar con leña y las manos muy sucias, se acerca al fuego para calentarse.
Hay una chica joven, pálida también, está pelando patatas, es la madre del niño que duerme, tan delgada como él.
Hay otra mujer alta y morena, gorda y feliz, ríe a carcajadas roncas y come castañas asadas, es la amiga de la madre del niño.
El hombre que ha traído la leña no quiere quedarse a tomar un vino de la tierra y unas patatas a lo pobre. Se va cerrando el portón.
Hace mucho frío.
Está nevando.
La mujer rubia abraza a su perra. Las dos tienen el gesto orgulloso y la mirada distante.
Dicen que los perros se parecen a sus amos.
(La foto es de José Muñoz)

Es otro diciembre.

sábado, 1 de diciembre de 2012

diciembre...




Hoy empieza diciembre, diciembre es un mes melancólico. Aunque en verdad para mi es noviembre el mes más melancólico del año. En noviembre el aire es blando y me disuelve, algunas veces pienso que en noviembre me rindo, dejo de luchar y es por eso por lo que suelo volverme más pequeña y más frágil, en noviembre sufro más y temo que de algún modo eso me gusta porque no me reconozco y está siempre bien sorprenderse a uno mismo. En noviembre me doy ternura y me perdono con más facilidad porque me miro con cierta compasión.
Hoy empieza diciembre, diciembre es un mes melancólico también aunque de otro modo, la melancolía de diciembre me llega de los absurdos contrastes que ya han comenzado a verse iluminando las calles, adornando con brillos y guirnaldas los escaparates, de las tiendas, los supermercados, las casas de la gente. La melancolía de diciembre me llega del exceso, del derroche, de la lluvia de mal gusto, de risas forzadas, de palabras convencionales, del feliz feliz feliz. En diciembre el aire es duro y me hago fuerte, no me rindo como en noviembre porque tengo que sobrevivir a esta melancolía que llega de fuera, de tantas lucecitas, de todos los villancicos que hacen sonar con altavoces por las calles y hay que oírlos a la fuerza, en diciembre tengo que luchar y conseguir que pasen los días de las cenas sin familia, sin llorar. Tengo que responder con una sonrisa al "¿qué te han traído los reyes?" con un digno "yo no creo en los reyes". En diciembre mi melancolía es irónica y dura. Mi tristeza revolucionaria y solitaria.

Lo bueno de diciembre es que trae, en una caja de cartón roja y blanca con letras doradas, un MUMM que es un gran beso que sabe a champagne.

domingo, 25 de noviembre de 2012

volare...


Nel blu, felice di stare lassù
e volavo volavo felice più in alto del sole ed ancora più sù
mentre il mondo pian piano spariva lontano laggiù...



Algunas veces vuelo en el azul, el mundo desaparece y soy feliz.



viernes, 23 de noviembre de 2012

be calm...



Cuando te dicen palabras que no esperas. Cuando esperas una carta que no llega. Cuando no encuentras lo que estás buscando o cuando de repente te encuentras con algo o con alguien que habías olvidado y no te da alegría volverlo a ver porque renacen viejos recuerdos que no son buenos. Cuando el tiempo no pasa o pasa demasiado deprisa. Cuando miras por la mañana a tu pequeño jardín y encuentras que la camelia se ha muerto, todas las hojas están secas, esparcidas por el suelo y nunca más dará flores, en realidad cuando cualquier cosa muere y sobretodo cuando muere alguien a quien amas. Cuando haces un regalo con mucha ilusión y la persona que lo recibe no puede disimular el gesto de decepción porque no le ha gustado, esto pasa también cuando cocinas y nadie aprecia lo que has hecho. Cuando sueñas con algo y el sueño se cumple. Cuando no encuentras nada con lo que soñar. Cuando amas. Cuando dejas de amar. Cuando te aman a ti o te dejan de amar. Cuando confiabas y ya no confías, cuando te decepcionan y sobre todo cuando te das cuenta de que has decepcionado tú. Cuando tienes mucho calor o mucho frío, o hambre o sed. Cuando se te rompe algo precioso como una copa de cristal. Cuando estropeas un dibujo o alguna otra cosa que estabas haciendo. Cuando no te comprenden. Cuando crees que necesitas algo o a alguien. Cuando deseas.

BE CALM.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

teatro...




En algún momento de nuestra vida, creo que de todas las vidas, cae el telón. Algunos son capaces de cerrar el telón por si mismos, otros no, a otros se les cae solo y se quedan a unos centímetros de la tela roja sin comprender el repentino silencio o la soledad. Pero en algún momento todos nos damos cuenta de que ya hemos actuado bastante para los demás y sólo al cerrarse el telón nos encontramos a nosotros mismos.
Nos hemos dedicado demasiado poco tiempo, mirando siempre hacia afuera, haciendo depender nuestra alegría de los demás. ¿Por qué buscar que nos vean, que nos quieran, que hablen de nosotros si no sabemos querernos, ni vernos, ni hablarnos a nosotros mismos?
Algunos por voluntad propia y otros por casualidad en algún momento volvemos al interior y nos damos cuenta de que lo que nos queda por hacer es prepararnos para recibirnos.

Sin teatro finalmente, ser felices en nosotros mismos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

pentimento...




Ha pasado un año y quise cerrar el círculo. Terminar. Creí que un año era suficiente. Yo me equivoco tanto...
Después si me paro y me quedo en silencio soy capaz de oír a mi sentimiento hablar y me arrepiento.
El pentimento es una alteración en un cuadro que manifiesta el cambio de idea del artista. Los grandes cuadros están llenos de pentimenti, arrepentimientos y cambios. ¿Por qué no llenar también la vida sin remordimientos de arrepentimientos y cambios?
Un pentimento me ha hecho hoy comprender que quiero seguir, que puedo equivocarme, arrepentirme y cambiar.

Aunque los círculos se vayan cerrando la mirada no, intenté dibujar una mirada verde que pudiese mirar a la vez muy lejos y hacia dentro.


viernes, 16 de noviembre de 2012

vida...



Cualquier día es bueno para comenzar una nueva vida.
Hay vidas que duran mucho, son largas, llanas, pesadas, uno se acostumbra a esas vidas de días breves que pasan rápidos porque son iguales, uno acepta la monotonía y se resigna y un poco después de la resignación llega lo peor que es no querer cambiar, creer que en esa segura monotonía de días iguales  uno está seguro y cómodo.
Pero cualquier día es bueno para comenzar una nueva vida, aunque dure poco, unos meses, unos días, incluso unas horas son suficientes para vivir otra vida. Esas vidas son inseguras, peligrosas, intensas, suelen ser rojas o naranjas como el fuego, o blancas como la felicidad.

Y redondas como esta luna inventada que pinté en la pared para no olvidar que la vida vuela y que no pesa.


martes, 13 de noviembre de 2012

llorar...




Cuando yo era pequeña intentaba no llorar nunca. Lo recuerdo bien, cuando mi hermano mayor me rompía los juegos, los castillos de arena, los dibujos que yo hacía sola y en silencio, no lloraba. Mi madre me decía: "llora si estás triste", pero yo no lloraba, recogía los restos y me iba sola a otro rincón sin llorar, era un orgullo extraño o el único modo de vencerlo a él, que quería hacerme llorar y yo creía que lo vencía no llorando. Incluso cuando me caía o me cortaba un dedo, cuando me arañaba en la zarza mora, no lloraba.
Pero un día lloré, lloré tanto que me hicieron una foto para inmortalizar el momento, todos me miraban llorar y yo lloré durante horas todo el llanto que me había tragado. Fue curioso porque ese día no tenía motivos para llorar y me rendí. Fue el primer día de tristeza, de dolor y duda, igual a todos los otros días de dolor y duda que me han ido marcando la vida.
Ayer fue uno de esos días de dolor y duda, ayer lloré.
Hoy he encontrado la foto de aquel otro llanto y me ha hecho sonreír, es curioso, con todo el tiempo que ha pasado y sigo igual, sin querer llorar o llorando sin motivo.

Con todo el tiempo que ha pasado me sigo sintiendo así, pequeña y frágil, mirando sin comprender hacia algún punto lejano y desconocido, valiente, insegura. Igual.


domingo, 11 de noviembre de 2012

boceto...



Lo que recuerdo más intensamente es el olor del aula de pintura, olor a oleo, a trementina, al polvo de todas las telas antiguas que se usaban para crear los decorados donde posaban los modelos. Los caballetes de madera se movían por el aula, cada uno lo colocaba donde quería. Antes de enfrentarnos al lienzo definitivo hacíamos algunos apuntes en tablillas o en cartones para estudiar la composición o las tonalidades generales, el cuadro final, el grande, no tenía nunca tanta frescura. Pintar es muy difícil, pero hacer un boceto algunas veces es algo espontáneo sale de un modo natural, mágico. Por eso admiro tanto la pintura trabajada y que sigue conservando la magia, la pintura de los que pueden llegar más allá de los primeros trazos y no perder la esencia.
Éste es el boceto, alguien me ha dicho alguna vez al verlo que es una escena sensual, podría ser.
Yo sólo veo la sensualidad en el trazo, en el color, me recuerda la emoción del olor del aula de pintura, la quietud de las modelos mientras posaban, el esfuerzo al mezclar el oleo en la paleta, al mirar y querer descifrar lo que se ve, intentar captar la forma, la luz, la dificultad de representar la carne.
Las palabras, las músicas, los olores, los colores y algunas imágenes tienen la capacidad de trasladarnos en el tiempo.


En este domingo de otoño busco algo que me lleve lejos porque necesito escapar. Un boceto de aquellos años y vuelvo allí.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

la lluvia de cada día...



Despertarse al alba oyendo la lluvia y seguir acurrucada entre las sábanas. El prunus y el ficus soportando el peso de la lluvia, los jazmines en la ventana, aunque ha llegado el frío y llueve siguen ahí, perfumando el aire. La fuente del patio llena de agua de lluvia. El gallo que canta bajo la lluvia, el perro que ladra, las campanas de la iglesia mientras llueve, al oír todo esto pienso que estoy en otro tiempo muy lejano y sonrío porque viajar en el tiempo no es tan difícil como parece cuando llueve tanto. Las paredes blancas, las escaleras blancas, la luz de las velas, la música suave y tras el cristal, sin cesar, la lluvia. El café por la mañana y la lluvia. Poner hojas de helecho llenas de lluvia en un jarrón. Dibujar, leer mientras llueve. Conducir despacio por la carretera entre los pinos esquivando la lluvia. Volver de noche cansada de lluvia. Las calles vacías, sólo lluvia.
La lluvia de cada día y silencio.

Al llorar bajo la lluvia las lágrimas se disuelven y no son tan amargas.

martes, 6 de noviembre de 2012

mirar...




"Para que un objeto sea interesante basta con mirarlo mucho tiempo" (G. Flaubert.)

¿Y será lo mismo con las personas?
¿Bastará con mirar mucho tiempo a alguien para que nos resulte interesante?
En los objetos lo creo, cualquier objeto, una piedra, se vuelve inmensa cuando la miras, el color, las venas que la recorren, se puede ver un mundo infinito en una piedra si se mira mucho tiempo, lo he comprobado. También en una flor, en un cuadro, en todos los objetos sencillos que nos rodean, incluso en las sombras. Quedarse quieto en silencio y mirar es lo único necesario para que cualquier objeto sea interesante.
Hay personas así, cuánto más las miras resultan más interesantes y querrías perderte en ellas o con ellas, pero otras personas resultan interesantes justo cuando no se han mirado. 

Y si se miran mucho tiempo desaparecen.


domingo, 4 de noviembre de 2012

je tremble...



Es domingo, es gris el domingo. Es lento y es perezoso el domingo. Yo también.
En los domingos lentos y grises y perezosos espero que ocurra algo que me salve (quizás todos estemos esperando algo que nos salve). Una frase vale, encontrada en una revista de decoración por azar. Me levanto del sofá y me pongo un jersey rojo, me pinto los labios de rojo, ya no quiero ser gris, quiero escribir en rojo "C´est avec ton corps que je tremble". Pensar en rojo, recordar en rojo o soñar en rojo.

Cómo me gustaría decir en voz baja esa frase roja y temblar.


jueves, 1 de noviembre de 2012

1 de noviembre...



Antiguamente se ofrecían manjares a los muertos. Pasteles y vino, frutas y leche. Ahora se ofrecen flores y entre las flores se escriben frases con letras negras o doradas. Frases convencionales y absurdas, tanto como ofrecer dulces.
Antiguamente se ponían velas ante las fotos de los muertos y en  algún rincón de la casa se creaba una especie de altar donde venerar la imagen del que se había ido. Yo no tengo fotos tuyas ni te pongo velas ni hay ningún rincón en mi casa donde tú no estés.
Antiguamente cuando se cumplía el aniversario de una muerte se iba al cementerio en familia con flores para ofrecer al muerto. Hoy es el aniversario de tu muerte. Yo nunca he ido a verte al cementerio, nunca te he llevado ni te llevaré flores ni frutas. En una urna están tus cenizas pero yo no creo que estés allí, en aquel panteón familiar, ruinoso ya, entre otros muertos y otras urnas que desconozoco.
Yo te busco aquí, entre mis manos que se parecen cada día más a las tuyas, como yo me voy pareciendo cada día más a ti.

Te busco y te encuentro en mi, entre mis silencios y mis palabras.

domingo, 28 de octubre de 2012

árboles enormes...




Siendo muy joven viviste en una gran ciudad gris en el norte de Italia. Cuando eras muy joven a tu soledad aún no la cuidabas ni la amabas como la amas ahora. Intentabas callarla o confundirla llevándola de paseo, metiéndola a la fuerza en un cine, obligándola a entrar en tiendas donde era imposible comprar nada, porque cuando eras muy joven y vivías en una gran ciudad gris intentando ganarte la vida cuidando niños, trabajando de camarera, haciendo camas en un hotel, para ahorrar y poder estudiar lo que creías que querrías hacer, a la soledad no la podías distraer con compras ni viajes. A la soledad la arrastrabas por las calles que parecían entonces más grises de lo que en realidad son y la sentabas a tu lado en una escalinata mirando a la gente pasar y pensabas que casi nadie llevaba a su soledad al lado en aquella mañana de domingo, llevaban a sus novios o a sus amigos o a sus padres. Tú no tenías cerca a nadie con quién pasear en aquella mañana de domingo, en aquel primer otoño.Tu soledad estaba tan triste y dudaba tanto como tú y las dos, tu soledad y tú, os ibais despacio al parque y os tumbabais sobre la hierba a mirar el cielo a través de los árboles enormes.

Habéis cambiado mucho tu soledad y tú, lo sabes porque cuando miras el cielo a través de árboles enormes nunca lloras.




martes, 23 de octubre de 2012

se escriben con a...





Acuarela. Azul. El azul del cielo, el del mar hasta que se funde en él. El azul muy oscuro de la noche. Angustia, alegría, es curioso porque son lo opuesto. Amarillo, absurdo, amargo, aislar.
Alma, que no tiene color ni forma y es enorme.
Acariciar, acunar. Alas para volar. Amigo. Árboles. Animales.
Acurrucarse, adormecerse, abandonarse cuando se siente placer, abandonar cuando ya no se quiere.
Aire para vivir.
Admirar, acercarse, alejarse también se escribe con "A" aunque sea lo contrario. Alzar, azar, amenazar. Abeja, azahar, ameno, armonía.
Agua para vivir.
Aroma, ayuda, amante, amarse para vivir.
Aspirar, asumir, aceptar. América, África, muchos lugares lejanos se escriben con "A".
Aburrido, ancla, atar. Acelerar el coche o el final de una situación si ya no se tiene interés ni ganas.
Astro, amapola, antaño, alberca, andar. Aprender.
Avanzar para vivir.

Amor.

domingo, 21 de octubre de 2012

marfil...




Apenas mide dos centímetros esta imagen, una miniatura pintada sobre marfil.
Siempre estuvo en la casa, la recuerdo desde siempre, muda, mirándome desde alguna esquina.
Alguien del pasado, quizás sus genes, si existieron, están en mi.
Siempre que veo una pintura pienso en cómo se puede idealizar la realidad.
Me pierdo en esa mirada dulce y oscura, estaba enamorada del pintor que la miró, nadie la había mirado nunca de ese modo.
¿Sabemos mirar a quien miramos? Es la mirada de quien nos mira la que nos hace enamorarnos. No es la persona ni lo que vemos en ella, es el cómo nos mira una mirada y nos hace sentir quién somos en realidad.
Ella miró al pintor y se enamoró de él. Él dejó su imagen en un trozo de marfil, idealizada, ausente, perdida en el tiempo perdura, mucho más que ninguna otra cosa, más de lo que duró la vida o el amor.

Yo creo en la vida aunque no dura, y en el amor cuando nace y muere por una mirada. Como ésta que aún llevo en mi, aunque sea oscura y mis ojos verdes, la reconozco algunas veces cuando atardece.

jueves, 18 de octubre de 2012

vanitas...

Caravaggio. Detalle de San Jerónimo escribiendo.


"Escribir sobre arte es un acto de vanidad" dice John Berger en el libro que tengo entre manos esta mañana, "Sobre el dibujo".
Recuerdo entonces la pintura de vanitas y busco en el barroco a Caravaggio. Representar la fugacidad y vanidad de la vida, recordar la inevitabilidad de la muerte. 
Volver a mirar las imágenes que en otros momentos me enseñaron a comprender lo que cada día olvido. Tantos actos de vanidad cada día!
Escribir será un acto de vanidad, hablar de cierta forma, confiar, esperar, recordar, creer, muchas veces hacer es un acto de vanidad, o no hacer, o no hablar, o no esperar, o no creer, suponer, olvidar, comparar, sentir, o no sentir será también un acto de vanidad. 

Pero mirar el arte en silencio hasta que escuece no es un acto de vanidad.
Al menos hoy no lo es.

martes, 16 de octubre de 2012

mi olivo...




Entre los chinos de la terraza brotó pequeño e indefenso un olivo. Apenas dos centímetros de tallo y tres hojas puntiagudas y descaradas cuando lo vi.
Alguien tiraría entre los chinos un hueso de aceituna en alguna mañana de sol cuando invité a unos amigos a tomar unas cervezas. Bajo los chinos de la terraza no hay tierra. Hay que tener muchas ganas de vivir para brotar entre piedras, sin tierra ni agua.
Con todo el amor y la ternura de la que soy capaz, saqué el brote de olivo y lo planté en una maceta. Desde entonces lo cuido con todo el amor y la ternura de la que soy capaz.
Ha ido creciendo y haciéndose fuerte porque quería vivir, yo lo he ido cambiando de maceta y algunas veces, con todo el amor, lo he olvidado durante meses porque el olvido hace fuerte y ayuda a crecer.
Ayer vi que tenía algunas aceitunas ya maduras.
Me sorprende la fuerza de la vida y el tiempo que pasa.

Son de un azul violáceo, aterciopeladas, frágiles, seguramente amargas, duras, efímeras, preciosas. Son como tiempo que pasa.


domingo, 14 de octubre de 2012

el viento...




El viento baja, sube, arrastra, vuela y hace volar la espuma de las olas.
El mar aturdido tintinea de plata y lágrimas.

Como yo.




miércoles, 10 de octubre de 2012

rosas blancas...



Ni la gente ni el murmullo importan. Importa la luz y el color, la textura, la transparencia, la pincelada.
Una exposición que es un jardín, caminar ante los cuadros es pasear por un jardín donde él, Sorolla, nos enseña sus rincones, ciertos ángulos, los colores, determinadas sombras, la luz.
Es un placer visitar este jardín hecho de muchos jardines.
Es un placer volver a gozar de la pintura sin grandes preocupaciones ni pretensiones. Para él, Sorolla, pintar era un placer. Aquí he vuelto a saber que si alguien hace algo por placer, con placer, complace inevitablemente.

Cuánto placer perder la mirada entre unas rosas blancas cortadas en el jardín de Sorolla.



lunes, 8 de octubre de 2012

gente preciosa...




En el mar cuando se acercan los delfines siempre te hacen feliz. Los delfines transmiten alegría y ganas de vivir. Vienen, te acompañan, juegan contigo o para ti. Sonríen y después se van. La felicidad que trajeron se queda un tiempo, la emoción, la sonrisa en los labios, la magia, algo parecido a la fe sigue flotando en el agua cuando se van.
Todo eso sucede también cuando en la vida se te acerca gente preciosa, como los delfines son mágicas, transmiten alegría y ganas de vivir.

Cuando se van dejan flotando en el aire algo parecido a la felicidad.


viernes, 5 de octubre de 2012

el arte de callar...





"Sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio."


De entre todas las cosas que tengo escondidas en mis horas de soledad es el silencio una de las que más valoro. Mi silencio. Sin embargo reconozco que no se callar, aún no se. Cuando estoy sola lo intento, voy poco a poco haciendo callar muchos pensamientos de esos que llegan sin avisar disfrazados de recuerdos o de deseos, algunas veces se creen importantes esos pensamientos y vienen gritando o recitando frases que parecen verdaderas, intento callarlos dulcemente diciéndoles en un susurro, eres sólo un pensamiento, cállate y vete o duerme.
Pero después, cuando la vida me lleva lejos de la soledad no se callar, aún no se. Me arrepiento tantas veces de tantas palabras.

"Hay un tiempo para callar, igual que hay un tiempo para hablar. El tiempo de callar debe ser el primero conológicamente; y nunca se sabrá hablar bien, si antes no se ha aprendido a callar."


Callar es un arte. ¿Será cierto que para aprender nunca es tarde? 
Quiero aprender a callar.



miércoles, 3 de octubre de 2012

un amor enorme...



Algunas veces, no pasa a menudo, en el mar te cruzas con un tronco enorme. Puede ser muy peligroso.
Algunas veces, no pasa a menudo, en la vida te cruzas con un amor enorme. También puede ser muy peligroso.
El tronco va a la deriva, tú crees que llevas un rumbo y el azar os pone cerca, puede pasar que tu barco sea frágil y se esté hundiendo, o que ya se haya hundido y tú seas un náufrago. Entonces te agarras a ese amor que el azar te ha mandado, le das tu vida para que te salve la vida. Puede pasar también que tú vayas en tu barco distraído, mirando el sol o el horizonte y chocas contra el tronco enorme. Amor enorme. Entonces quizás haga agua tu vida y pierdes el rumbo o el sentido de las cosas.
Lo más normal, sin embargo, es que el amor enorme pase cerca, lo suficientemente cerca como para hacerte vibrar y virar de golpe, intentas evitarlo para salvar lo que crees que eres, para seguir yendo donde crees que vas.
Después se aleja y te preguntas, mientras lo ves flotar acariciando las olas, de dónde venía, qué lo trajo hasta ti. ¿no vendría a salvarte? porqué lo has dejado marchar, ¿a dónde va?

Al amor enorme el mar se lo lleva también y con el tiempo, generalmente, lo olvidas.


lunes, 1 de octubre de 2012

luna...




La luna llena lo llena todo esta noche. Hay un murmullo en el silencio. Las hojas que crujen bajo la brisa, las hormigas, los suspiros, las palabras que no se han dicho, todo resuena bajo la luna. No hay música. En realidad es casi silencio.

Aunque al fondo el mar no para de romper olas.




viernes, 28 de septiembre de 2012

la lluvia...



A esta tierra mía la lluvia llega a galope, en tromba, haciendo la guerra, desgarrando inunda, muerde y araña. No amaneció hoy, me despertó un rayo en el cielo negro que se rompía.
No tengo miedo ni ganas de luchar. Entonces, al susurrar ese pensamiento, la lluvia se hace más suave, tanto que puedo distinguir el sonido de cada gota que cae, también se hace clara la mañana y pasa la tormenta.

La lluvia al caer arrastra los jazmines que anoche perfumaban mis sueños.


miércoles, 26 de septiembre de 2012

la indiferencia...


"Libro del desasosiego"
Fernando Pessoa


De nuevo Pessoa y sus palabras.
Al releerlas, otra vez por azar, comprendo que mi espera es la espera de la indiferencia que quizás él, Pessoa, me enseñó hace tiempo, otra lección que tenía olvidada.
Me voy descubriendo torpe a medida que escribo y que avanzo, insegura, olvido lo que creí haber aprendido, aunque al recordar las sensaciones vuelven. Vuelve ese destello de alegría de creer que se comprende.

"Saber encontrar a cada sensación la manera serena de realizarse."



martes, 25 de septiembre de 2012

la espera...



Puede ser muy dulce la espera si se espera sin esperanza. Entonces uno prolonga el tiempo y lo llena de sueños que no duelen porque en el fondo no se esperan, se adorna la espera con sonrisas, con cosas y con palabras que no se dicen, o que tal vez se susurran y se dejan en el aire como pinceladas o sombras.
Algunas veces al esperar así, sin esperanza, es divertido vestirse bien, perfumarse las manos con el gesto de una caricia, ponerse un collar, como si en realidad se esperase, pueden ponerse flores en el jarrón, incluso preparar con amor la cena, pero como en realidad en esa espera no se espera, se hará muy poca cantidad para que no sobre y no de pena.
Puede ser también muy amarga la espera cuando en realidad se espera y lo que se espera no llega.
Entonces los sueños gritan y arañan porque se desesperan.
El tiempo no pasa hasta que pasa todo.
Lo que era bueno se hace malo cuando lo que se espera, si de verdad se espera, no llega.

Prefiero la espera dulce del que sabe que en realidad no espera lo que espera.



jueves, 20 de septiembre de 2012

el horizonte...



Ahora es blanco y me separa del mundo el horizonte, está en alto este horizonte, para verlo tengo que mirar al cielo.  En vez de olas tengo las hojas verdes que han crecido en mi ausencia y las rojizas del prunus, que comienzan a caer, caen también jazmines blancos como una lluvia leve de lágrimas. Yo se que tras éste horizonte, más allá de las montañas hacia el sur está el mar, pero no lo veo ni puedo lanzarme a su azul inmenso. Los chinos del patio están húmedos, serán quizás las lágrimas de los jazmines o los recuerdos que se disuelven cuando caen como las hojas. Tintinea la fuente, los pájaros han aprendido y bajan a beber el agua fresca, después ascienden, atraviesan las hojas que son como olas, cruzan el horizonte y se pierden en el cielo.

Si yo supiese volar, sin dudarlo, me iría tras ellos.


martes, 18 de septiembre de 2012

la lección...




Si ton chemin devient trop long   aride
souviens-toi qu´il n´est rien qu´une ligne arbitraire
dont tu peux t´écarter très vite
Marche sur l´herbe sur les pierres sur la terre
humide ou craquelée
Fais ton chemin hors des chemins

PIERRE CAIZERGUES


Sí, mi camino se me hace a veces árido, demasiado largo. Entonces recuerdo que no es más que una línea arbitraria de la que si quiero puedo apartarme, vuelo sobre la hierba, sobre las piedras, sobre la tierra húmeda o quebrada, hago la ruta fuera de los caminos.

Cuando en una mañana gris uno está perdido y por azar abre un libro y lee un poema para encontrar consuelo en una lección que ya se sabía, y quizás el camino.



sábado, 15 de septiembre de 2012

el secreto...




Me lo ha contado el mar en esta mañana dulce de olas pequeñas y viento suave.
Cada instante es único y no se repetirá jamás. Cada día hay que disfrutarlo como el último porque nunca habrá otro igual. No habrá nunca otro beso ni otra caricia igual, no habrá otra cena ni será la misma la llama de la vela. Aunque se puedan repetir las palabras tendrán siempre otro sonido y otro significado. Nunca habrá otra otra mirada como esta ni otro pensamiento disuelto en este segundo. Nunca será el mismo rayo de sol ni la misma noche estrellada. Nunca veremos la misma nube. No será jamás la misma gota de lluvia. Nunca es la misma ola, imposible ver el mismo color. No seremos nosotros mismos, iguales, nunca más.
Me lo ha dicho el mar con un rumor constante que antes no entendía.

El secreto para gozar de la verdadera alegría es saber que nada, nunca, se repetirá.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

mi trabajo...




Voy a mi trabajo. Aparco el coche y bajo caminando por la avenida que tiene palmeras y jacarandás. En primavera siempre me emociono al ver las aceras tapizadas de flores violetas.
Las sombras de las palmeras se tumban sobre el asfalto como si fuese arena, sueñan que están en el mar. Yo también sueño con el mar, creo que aún me mece y que mis pasos son inciertos de tanto tiempo pasado sobre las olas.
Al final de la avenida la ciudad se hace más vieja, las calles estrechas y ruidosas, en una plaza del centro de esta pequeña ciudad está mi trabajo en la Escuela de Artes.
Comienza un curso, me pregunto si seré capaz de hacerlo bien, si tendré suficiente fuerza y alegría, si conseguiré de nuevo entusiasmarme con lo que enseño para poder entusiasmar. Tendré paciencia, aprenderé de los alumnos porque siempre todo el mundo tiene algo que enseñar. Este año sonreiré mucho, hablaré menos y escucharé más. Buscaré métodos nuevos para que aprendan a abrir los ojos y mirar.
Mirar, fantasía, color, imaginación, forma, dibujar, pensar, descubrir, hacer, deshacer, recomenzar, investigar, sombra, luz, inspiración, simplificar, estilizar, estructura, textura, composición, volumen, línea, movimiento, armonía, contraste, creatividad.
Me voy repitiendo las palabras que son mi trabajo a cada paso incierto que doy bajando la avenida.

Pisando la sombra de las palmeras como si pisara la arena de la playa antes de llegar al mar.



lunes, 10 de septiembre de 2012

el pasado...



Un juego de tarros del tocador de mi abuela. La figurita de barro estaba en la biblioteca, entre los libros de arte. De niña, cuando jugaba sola, alguna vez la cogí para convertirla en el hijo que creí que tendría algún día, el que nunca tuve, también la dibujé a lápiz cuando comencé a dibujar, para estudiar en su cuerpecito redondeado las luces y las sombras. Un cuadro pintado por mi abuelo que apareció entre las sabanas bordadas del ajuar sin estrenar de mi tía. El abuelo al que no conocí y a quién siempre amé, dicen todos que me parezco a él, que tengo sus ojos.
Objetos del pasado en una esquina del presente. Algunas cosas, las que el azar decide, atraviesan el tiempo y las vidas y nos las encontramos disueltas en nuestra cotidianidad. Me quedo absorta mirando una esquina de mi casa llena de pasado.

Absorta mirando el pasado.


sábado, 8 de septiembre de 2012

cielo de septiembre...



Cielo de septiembre.


Pasaron las gotas de lluvia, no fueron suficientes para hacer subir el agua ni volverla más dulce.
Pasó el día gris que parecía de otoño. Pasó también la melancolía. 

Al atardecer ya no pude estar triste ni encontré palabras. 



viernes, 7 de septiembre de 2012

lluvia...



Las primeras gotas de lluvia rompen el mar.


De repente todo cambia.

¿El otoño está empezando?



miércoles, 5 de septiembre de 2012

regalos...

Ina


Los atardeceres, la luna y las estrellas, despertarse al alba, las nubes son un regalo. El azul del mar, el verde del mar, cualquier color del mar, en realidad, es un regalo. El trinar de los pájaros, algunas músicas y muchos silencios son un regalo. El deseo es un regalo, la ilusión, las ganas, los proyectos, la pereza son un regalo. Una sombra fresca, la montaña, el agua fresca, el amor, los besos, un amigo es un regalo. Una cena con velas, las caricias, el sol, la lluvia, el viento, la calma son un regalo. Los animales, los recuerdos, la verdad, la mentira, el olvido, los secretos, los sueños son un regalo. La soledad y la compañía son también un regalo. La alegría. Un buen libro, un buen cuadro, todas las cosas que emocionan son un regalo, las flores, las risas, las miradas son un regalo.

He preguntado a Ina si podía publicar su foto porque algunas personas especiales, las que nos enseñan que la vida hace regalos, como ella, son un regalo.


martes, 4 de septiembre de 2012

tierra...



Hay un río, cañaverales y algunos huertos, olivos limpios y montañas rocosas.
La carretera acompaña al río. El cielo es tan azul que parece que está cerca.
La carretera que acompaña al río me aleja del mar y me lleva a tierra. Hacia otra vida.
¿Tengo que ir?
Cuando llegue abriré la puerta de mi casa pequeña y blanca.

Allí encontraré consuelo.

lunes, 3 de septiembre de 2012

lo que más me impresionó...





Había sido una noche muy húmeda. Tuve la sensación de que era el mar lo que estaba respirando, el aire era salado y denso. Al alba el cielo parecía transparente, salí del barco y sentí frío, el sol comenzaba a salir rotundo y rojo, el agua tan quieta reflejaba la luz dorada que lo teñía todo. Una ráfaga de viento movía suavemente la única nube blanca, al seguirla con la mirada descubrí que la luna llena aún y nítida seguía en el cielo, justo a la misma altura que el sol pero al otro lado, como si se miraran el uno al otro enamorados, unidos por un instante, después el sol siguió ascendiendo haciéndose fuerte y la luna se fue tímida y asustada.

"Luego conté a la gente lo bello que había sido todo eso
lo que más me impresionó fue que nadie se impresionara"

viernes, 31 de agosto de 2012

las despedidas...



Se conoce a alguien por cómo se despide, no sólo de las personas, también de las cosas.
Al perder algo, ya sea un objeto muy querido o una cosa sin importancia, hay quién se enfada, quién se queja, quién busca un culpable y toda esa áspera amargura inunda su día y contamina a los que tiene cerca.
Otras personas sin embargo ante una pérdida, por muy dolorosa o valiosa que sea, asume que la vida no es en el fondo más que ir perdiendo y deja que el dolor o la añoranza se alejen suavemente, incluso a veces con una sonrisa. Esas personas suelen ser las que hacen la vida agradable a los demás y ellas mismas disfrutan de un vivir suave y generalmente armonioso.
Cuando alguien amado se despide, si lo hace sin mirar a los ojos y con cierta prisa, como queriendo concluir rápido, deja en el aire un frío intenso que hace que se lo vaya queriendo menos. Sin embargo si el adiós va acompañado de dulces palabras que intentan alargar la presencia, a esa persona se la amará más cuando se haya ido.

Una frase preciosa para despedirse sería: "Cuánto miedo me da este día que va a separarnos".

jueves, 30 de agosto de 2012

escotilla de proa...





Duermo en el camarote de proa con la escotilla abierta. Duermo bajo el cielo. Incluso cuando las noches son muy húmedas y hace frío.
Dormir sobre el mar, bajo el cielo es como dormir en el paraíso. Imagino que cada uno tiene un paraíso que desear, yo he encontrado el mío y duermo en él.

Anoche entraron las estrellas y la luna por la escotilla de proa, fue delicioso cuando una ráfaga de viento se me enredó en el pelo y dulcemente no me dejó dormir.

domingo, 26 de agosto de 2012

sobre el mar...


"sobre el mar" obra de Cayetano Romero.


Vuelvo a tierra firme, los nudos de la vida no se dejan deshacer fácilmente.
Es extraño caminar sin sentir el movimiento de las olas, sin tener que balancearme suavemente. Es extraño buscar la llave en el bolso y abrir la puerta, recordar la vida real también es extraño. El mar me ha hecho olvidar el mundo. 
Una figura de barro se inclina entrando en un vacío de luz, quiere introducirse en esa luz y alarga el brazo para atraparla, la rodean las palabras sobre el mar. Son mis palabras. Mi amigo la creó pensando en mi.
Ahora esa figura que se inclina para adorar el mar o para fundirse en él, como yo, está en mi casa de tierra firme y yo al mirarla comprendo mejor lo que soy y me siento más feliz.

Algunas veces, muy pocas, es necesario tener cerca lo que tanto emociona.