sobre las cosas del vivir
miércoles, 10 de octubre de 2012
rosas blancas...
Ni la gente ni el murmullo importan. Importa la luz y el color, la textura, la transparencia, la pincelada.
Una exposición que es un jardín, caminar ante los cuadros es pasear por un jardín donde él, Sorolla, nos enseña sus rincones, ciertos ángulos, los colores, determinadas sombras, la luz.
Es un placer visitar este jardín hecho de muchos jardines.
Es un placer volver a gozar de la pintura sin grandes preocupaciones ni pretensiones. Para él, Sorolla, pintar era un placer. Aquí he vuelto a saber que si alguien hace algo por placer, con placer, complace inevitablemente.
Cuánto placer perder la mirada entre unas rosas blancas cortadas en el jardín de Sorolla.
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A mi también me gusta ver pintura sin pretensiones. Y estoy de acuerdo en que cuando se hace algo con placer complace inevitablemente.
ResponderEliminarTendríamos que intentar todos hacer todo lo que hacemos con-placer.
Sorolla gran pintor.
Verdad que alegra ver un jarrón con rosas? Si está pintado con placer.gracias por tu comentario anónimo.
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