sobre las cosas del vivir



lunes, 31 de diciembre de 2012

monstruos...



Asustan porque existen.
Todos los tenemos ocultos en algún rincón de alguna parte. Están ahí, algunas veces chillan, muerden y arañan, otras veces parece que duermen, incluso creemos que han muerto. Pero todos los conocemos, nuestros monstruos, los que nos acompañan desde que éramos niños, o los que nacieron con los desamores, con las deudas, con las desilusiones, con los miedos. Hay monstruos de pasado y otros de futuro. He conocido a alguien para quien sus monstruos eran dolores imaginarios escondidos en sus entrañas, para otros los monstruos tienen nombres y no cambian, obsesiones, miedos, angustias, deseos absurdos. Los monstruos tienen dientes que nos muerden, nos impiden ser y avanzar, nos frenan y nos rompen la alegría.

Que seamos capaces de enfrentarnos, cada uno de nosotros, a nuestros monstruos.
Que seamos capaces de vencer.
Que seamos capaces de ser, sin monstruos que nos lo impidan, felices.


6 comentarios:

  1. trespuntos31/12/12, 16:23

    Mucha felicidad para este año que empieza esta noche. (Amor, magia y sueños)

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    1. gracias, trespuntos, por tus deseos, un año con amor magia y sueños será un buen año, también tú tendrás amor magia y sueños.

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  2. Monstruos. Tengo tantos que no me queda más remedio que tratar de ser feliz con ellos.
    Vale?

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    1. Es mucho más inteligente tratar de ser feliz con los monstruos que se tienen que intentar olvidarlos, claro que vale...

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  3. Vine varias veces a ver si habías escrito algo nuevo. Pero no.

    Espero que no te hayan comido tus monstruos...

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  4. Esta página tuya está cerrada, pero yo la encontré sin buscarla. Mi computadora colapsó. Cuando llegó la nueva que había encargado, al trasladar los sitios preferidos, entró este, que ya no estaba entre los que yo usaba sino en una vieja configuración, que fue la que terminó por aparecer. Ese mismo día yo habíia regresado de un workshop de Shamanismo, en donde me había encontrado con un dragón inesperado una vívida visualización.
    Horas después, al llegar a casa y abrir mi computadora vi que en la columna de favoritos estaba Para Escribir. Me llamó tanto la atención. De dónde había salido y cómo logró ponerse ante mi vista?
    Hice un click y ahí estaba mi dragón, así idéntico al que vi, solo que el tuyo es de piedra y el mío no. Y que tu lo llamaste monstruo y yo lo llamé dragón. Y mi dragón no me dio nada de miedo. Si es un monstruo, me quiere. Y es todo lo que importa.

    :

    Podría escribirte a tu correo. Pero es mejor hacerlo aquí, porque es menos probable que leas esto, y si vienes y lo lees, entonces querrá decir que lo que nos conecta aún vive -- que es exactamente lo que quiere decir Z.

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