sobre las cosas del vivir



viernes, 5 de octubre de 2012

el arte de callar...





"Sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio."


De entre todas las cosas que tengo escondidas en mis horas de soledad es el silencio una de las que más valoro. Mi silencio. Sin embargo reconozco que no se callar, aún no se. Cuando estoy sola lo intento, voy poco a poco haciendo callar muchos pensamientos de esos que llegan sin avisar disfrazados de recuerdos o de deseos, algunas veces se creen importantes esos pensamientos y vienen gritando o recitando frases que parecen verdaderas, intento callarlos dulcemente diciéndoles en un susurro, eres sólo un pensamiento, cállate y vete o duerme.
Pero después, cuando la vida me lleva lejos de la soledad no se callar, aún no se. Me arrepiento tantas veces de tantas palabras.

"Hay un tiempo para callar, igual que hay un tiempo para hablar. El tiempo de callar debe ser el primero conológicamente; y nunca se sabrá hablar bien, si antes no se ha aprendido a callar."


Callar es un arte. ¿Será cierto que para aprender nunca es tarde? 
Quiero aprender a callar.



4 comentarios:

  1. Per fortuna, mi accorgo ancora di sbagliare, quando sento di sapere già di avere già imparato, di poter smettere di imparare.
    Imparare a tacere, cercare i silenzi.
    Difendersi dalle urla degli altri , dalle maree di segnali che ti riempiono gli occhi.
    Si sceglie ogni giorno, per fortuna noi possiamo farlo.
    E poi si ricomincia a cercare...
    Paolo

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    1. So a volte che scrivere queste cose che scrivo non ha altro senso che farmi capire quello che vivo, quello che penso, che scopro, quello che essendo così piccolo mi fa essere chi sono, o chi credo di essere. Ma quando leggo certi commenti, come questo tuo, mi fa pensare che forse le cose che viviamo, che pensiamo, che troviamo, che impartiamo o dimentichiamo, non sono così diverse. È lì da un po' più di senso al giorno.
      Grazie per le tue parole, Paolo.

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  2. Lo que temo del silencio es su tormenta.

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  3. No hay tormenta en el silencio, Anónimo, ni temor, el único temor al que hay que temer es al que llevamos dentro, y las tormentas, como todo, pasan...
    Gracias por esa frase tan bonita.

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