sobre las cosas del vivir



jueves, 20 de septiembre de 2012

el horizonte...



Ahora es blanco y me separa del mundo el horizonte, está en alto este horizonte, para verlo tengo que mirar al cielo.  En vez de olas tengo las hojas verdes que han crecido en mi ausencia y las rojizas del prunus, que comienzan a caer, caen también jazmines blancos como una lluvia leve de lágrimas. Yo se que tras éste horizonte, más allá de las montañas hacia el sur está el mar, pero no lo veo ni puedo lanzarme a su azul inmenso. Los chinos del patio están húmedos, serán quizás las lágrimas de los jazmines o los recuerdos que se disuelven cuando caen como las hojas. Tintinea la fuente, los pájaros han aprendido y bajan a beber el agua fresca, después ascienden, atraviesan las hojas que son como olas, cruzan el horizonte y se pierden en el cielo.

Si yo supiese volar, sin dudarlo, me iría tras ellos.


2 comentarios:

  1. Chissà perché ero convinto tu vedessi il mare ;)
    Perché usi il condizionale? Tu sai volare..
    P.

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    1. Certe cose anche se non si vedono si sentono così vicino come se ci stessero davanti. Per me il mare è sempre davanti. Ed hai raggione, Paolo, tutti possiamo volare...

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