sobre las cosas del vivir
martes, 13 de noviembre de 2012
llorar...
Cuando yo era pequeña intentaba no llorar nunca. Lo recuerdo bien, cuando mi hermano mayor me rompía los juegos, los castillos de arena, los dibujos que yo hacía sola y en silencio, no lloraba. Mi madre me decía: "llora si estás triste", pero yo no lloraba, recogía los restos y me iba sola a otro rincón sin llorar, era un orgullo extraño o el único modo de vencerlo a él, que quería hacerme llorar y yo creía que lo vencía no llorando. Incluso cuando me caía o me cortaba un dedo, cuando me arañaba en la zarza mora, no lloraba.
Pero un día lloré, lloré tanto que me hicieron una foto para inmortalizar el momento, todos me miraban llorar y yo lloré durante horas todo el llanto que me había tragado. Fue curioso porque ese día no tenía motivos para llorar y me rendí. Fue el primer día de tristeza, de dolor y duda, igual a todos los otros días de dolor y duda que me han ido marcando la vida.
Ayer fue uno de esos días de dolor y duda, ayer lloré.
Hoy he encontrado la foto de aquel otro llanto y me ha hecho sonreír, es curioso, con todo el tiempo que ha pasado y sigo igual, sin querer llorar o llorando sin motivo.
Con todo el tiempo que ha pasado me sigo sintiendo así, pequeña y frágil, mirando sin comprender hacia algún punto lejano y desconocido, valiente, insegura. Igual.
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¡Qué ricura! Yo tampoco quiero llorar.
ResponderEliminar...¡Oh!
ResponderEliminar¡Qué niña tan guapa!
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