sobre las cosas del vivir
viernes, 31 de agosto de 2012
las despedidas...
Se conoce a alguien por cómo se despide, no sólo de las personas, también de las cosas.
Al perder algo, ya sea un objeto muy querido o una cosa sin importancia, hay quién se enfada, quién se queja, quién busca un culpable y toda esa áspera amargura inunda su día y contamina a los que tiene cerca.
Otras personas sin embargo ante una pérdida, por muy dolorosa o valiosa que sea, asume que la vida no es en el fondo más que ir perdiendo y deja que el dolor o la añoranza se alejen suavemente, incluso a veces con una sonrisa. Esas personas suelen ser las que hacen la vida agradable a los demás y ellas mismas disfrutan de un vivir suave y generalmente armonioso.
Cuando alguien amado se despide, si lo hace sin mirar a los ojos y con cierta prisa, como queriendo concluir rápido, deja en el aire un frío intenso que hace que se lo vaya queriendo menos. Sin embargo si el adiós va acompañado de dulces palabras que intentan alargar la presencia, a esa persona se la amará más cuando se haya ido.
Una frase preciosa para despedirse sería: "Cuánto miedo me da este día que va a separarnos".
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creo que debo asumir lo que he escrito y no sentirme demasiado triste porque he perdido todos los últimos comentarios, sin saber cómo, se los ha llevado el viento, o esta tecnología que no funciona demasiado bien sobre el mar. Me da mucha pena porque apreciaba todas las palabras que habíais escrito. Dejaré que los comentarios se alejen recordándolos con una sonrisa...
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ResponderEliminarMe encanta, Elvira.
ResponderEliminarSi no fuera porque tengo la cabeza llena de pensamientos inútiles, atiborrados cual gallinas en crueles establecimientos d producción masiva norteamericanos, me reiría a carcajadas. Hoy me despediría a los gritos, dando patadas y portazos, tirándome al suelo, arrojado algún objeto. Y qué? Hoy volvería a la edad de la rabieta y me quedaría allí, llorando mis lágrimas diciendo no, no te vayas, sin pensar cómo seré recordada.
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