sobre las cosas del vivir



lunes, 26 de diciembre de 2011

sensual...



De repente una imagen me inunda, ojeo con desgana un libro de arte bajo un rayo de sol de invierno. Los sentidos duermen ¿o dormitan?. Al pasar una página todo cambia. Sensual.
Bernini, El rapto de Proserpina.
Ser de mármol bajo el sol de invierno, no puedo imaginar nada más sensual. Las manos de mármol en el mármol (que no es carne) el calor del frío que rapta para siempre.
Más allá de una caricia hunde los dedos en el deseo, rapto consentido y eterno.
Soñar un beso de mármol para hacerlo durar todo el tiempo.


Qué enorme felicidad puede dar una página al azar en un libro de arte que despierta los sentidos bajo el sol de invierno.

5 comentarios:

  1. He tenido que buscar una imagen del rapto de Proserpina para volver a comprobar que esas manos y ese tacto no son de carne y hueso. ¡Cuánto debió saber Bernini de caricias por haberlas vivido o por haberlas deseado!

    ResponderEliminar
  2. Gabriel, qué le hizo a Bernini hacer carne del mármol, la vida o el deseo?

    ResponderEliminar
  3. El beso de marmol, será eterno,pero nunca dejará de ser frio. Te garantizo que los besos que mas calan, son los que no se dan.
    Lo dice la canción.
    Anonimo cercano

    ResponderEliminar
  4. ¿esa misma canción es la que dice que las caricias soñadas son las mejores? tienes razón, anónimo cercano.

    ResponderEliminar