sobre las cosas del vivir
viernes, 16 de diciembre de 2011
otra venta...
El pasado está frente al mar. La hiedra en la montaña, sobre un río, entre la nieve y el mar.
Es también una terraza oculta, fuera del tiempo, como todos los lugares mágicos que me gustan.
Aquí no hay vistas ni luz, es como meterse en el corazón de una selva, lianas y hojas que se enredan por el techo, por la balaustrada, por la reja de la puerta y el río que corre constante allí abajo.
En la venta "la hiedra" con la nieve al norte y el mar al sur se puede jugar a ser otro porque la penumbra protege.
Hay algunos rincones en el mundo que incitan a jugar, si hay rumor de agua para difuminar las palabras, si hay sombras, si no hay nada que determine el lugar o el tiempo entonces es más fácil. No todo el mundo sabe jugar y muy poca gente tiene ganas, parece que jugar es algo que se nos olvidó cuando nos hicimos grandes y serios, cuando empezamos a tomar decisiones importantes o a ganar dinero.
A ser otro es uno de mis juegos preferidos, porque no soy grande, ni seria, ni tengo nada importante que decidir. Lo juego mucho cuando viajo sola. Caminar por una ciudad desconocida, entrar en un museo, comer sola en un restaurante jugando a ser otra me llena de alegría. Casi siempre soy otra que se parece bastante a mi aunque invento un pasado distinto, eso permite que me sorprenda ante cosas que de otro modo pasarían por sabidas o reconocibles, me permite descubrir, sonreír o hablar de otra forma y cuando vuelvo a la habitación individual del hotel me alegra también reencontrarme a mi misma, como cuando se reencuentra a un amigo y le cuentas lo que has visto y vivido en su ausencia. Así tengo la sensación de vivir más. Una sola vida no basta.
En la venta "la hiedra" jugaría a ser otra si encontrarse alguien con quien compartir una parrillada de verduras y un vino de la tierra. También hablaría de sitios mágicos, algunos reales como ventas que conozco, otros lejanos o inventados, hablaría de un día en que jugué a ser otra entre la hiedra o en la selva, porque en realidad la realidad da un poco igual.
Obviamente tampoco se llama "la hiedra" esta venta aunque también existe como el pasado.
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ResponderEliminarEsta creo que la conozco y debe seguir oculta en su hiedra...
ResponderEliminarQuiero llevarte a la otra también en cuanto vengas al mar.
ResponderEliminarEsta venta parece como un sueño...me encanta la foto
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