Fugaz.
Me gusta pensar que las cosas no permanecen. Antes, cuando aún no lo había aprendido, sufría al ver como se escapaban los momentos y las emociones. Se escapan siempre como los peces. Pero ya no sufro, disfruto al verlos pasar.
Pasan bajo el casco de los barcos los días de aguas limpias. Danzan y se van.
Se agrupan por tamaños, como las cosas que vivimos, los grandes van solos, más lentos, con un cierto aire de superioridad. En la memoria van solos también los grandes amores, los grandes dolores y los grandes sueños. Los demás se mezclan, es difícil identificarlos, nadan a tal velocidad que se confunden, esos son los recuerdos que no supieron hacerse grandes y se pierden a veces entre otros tantos, estamos llenos de esos peces pequeños, como los que se ven bajo el casco de los barcos en los días de aguas limpias.
Los grandes se ven menos, si aparecen sorprenden y se siguen con la mirada pero son los pequeños los que se quedan el tiempo suficiente, algunas veces parece que duermen. Como los recuerdos pequeños.
Fugaz recuerdo pequeño duerme verde en mí.
o el arte de irse...
ResponderEliminarmucho más difícil aún es el arte de volver...
ResponderEliminarvolver es una ciencia
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