sobre las cosas del vivir
lunes, 10 de junio de 2013
el silloncito de flores...
El silloncito de flores estaba en el vestidor de su dormitorio. Es un sillón capitoné, muy pequeño, de patas de caoba tallada, a esos silloncitos se les llamaba "descalzadoras", se usaban para ponerse o quitarse los zapatos. Estuvo en el dormitorio de sus padres y después en su primer dormitorio de casada. Decía que de todas las cosas que había en la casa esa era la que más le gustaba.
Ella se sentaba en el silloncito de flores a coser, a pintarse las uñas, a leer o a perder la mirada en los sueños que seguramente tuvo y que no se cumplieron. Parecía una niña sentada allí.
Está ahora en el salón de esta casa que mira al mar, nadie lo usa porque es demasiado bajo e incómodo, yo sí, me siento a coser, a limarme las uñas, a leer o cuando necesito perder la mirada en los sueños que tampoco se van cumpliendo. Yo también parezco una niña cuando me siento en él.
Dicen que el tiempo difumina la ausencia y el dolor de la muerte se suaviza. No siempre, a veces algún objeto, alguna palabra, algún olor, borra todo el tiempo y la ausencia vuelve y duele.
Sentada en el silloncito de flores querría tanto contarle las cosas que desde entonces lo le puedo contar a nadie, pedirle que me abrazara y que su fuerza me hiciese de nuevo creer en mi, oír su risa que borraba mis penas.
Hoy la necesito y su ausencia me duele, por eso en esta mañana azul, al silloncito de flores, le han caído algunas lágrimas.
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Muchas veces al leerte me parece que tienes la mirada de una niña...
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Sabes lo que siento cuando extraño tanto a alguien que ya no está? Siento que en ese preciso momento me visita, y que mi alma, al percibirlo, derrama lágrimas de emoción. Y que si me duele es solo por un malentendido.
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Hoy, leyendote, quiero imaginar que has tenido una visita.
Gracias por hacer que lo vea así: desde aquel lugar donde no hay tiempo la madre vino a visitar a la niña porque se sentía indefensa y tenía miedo.
EliminarSabes? En ese lugar donde no hay tiempo tampoco hay palabras y me las mandó por aquí...
Me gusta eso.
Eliminarentonces.
Tu madre fue a visitarte y luego, para asegurarse que supieras que era ella, me dijo -- sin yo saberlo -- 'hazle saber que era yo'.
Tú, sin saberlo, me has hecho comprender que su visita no es triste, que me confundo...
EliminarYo ya sabía que era ella...
Gracias de nuevo, memorable médium.
Precioso el silloncito Memorioso, parece que te ha arropado deslizándote sus historias.
ResponderEliminarMe hizo viajar tu relato.
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"Silloncito Memorioso" ... Memorables tus deliciosos neologismos!!!!
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