sobre las cosas del vivir



viernes, 3 de mayo de 2013

tu mano...



Podría dormir dentro de tu mano porque soy pequeña y tú eres inmenso.
Cuando miro tus manos, sin que tú lo sepas, creo que nada malo puede pasarme. Tus dedos entonces me rodean y yo, que soy débil, me pierdo y en ti busco refugio. En tus manos, que acaricio sin que tú lo sepas, encuentro calor cuando tengo frío. En tus manos finalmente puedo cerrar los ojos. En tus manos respiro si me ahogo.
Después te olvido y me hago grande. No te busco, no puedo sentir miedo ni frío, no me escondo. Soy fuerte cuando te olvido.

¿Por qué sino cada día intento olvidarte?




8 comentarios:

  1. Anónimo4/5/13, 2:22

    Hablas de Dios?

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    1. No, no hablo de Dios, hablo de uno de esos amores imaginarios...

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  2. Yo me imagino que lo que has escrito son palabras de la piedra dentro de esa mano, antes y despues de cumplir su destino.

    A la vez me imagino tú imaginaste otra cosa al escribir esto. Pero si no lo hubieras aclarado, jamás me hubiera imaginado que te referías a un amor imaginario. O a nada que tenga que ver con el amor, para el caso.

    mnnnn

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    1. Tienes razón, tal vez yo no sepa escribir sobre el amor, tal vez yo no sepa sobre el amor...
      Pero sé algo de piedras, de imaginación, de fuerza, de manos hermosas, de miedos y de ilusiones. También es verdad que soy valiente, que tengo coraje, me lanzo al agua en alta mar, escribo sin avergonzarme sobre cosas de las que no sé, y es verdad que algunas veces me arrepiento, aunque prefiero arrepentirme y seguir, así quizás aprenda algo de todo lo que no sé....

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  3. Ah, no quise decir que no supieras escribir sobre el amor. Mas bien, que yo no imagino el amor como te lo imaginas tú, ni lo siento en los términos que lo sientes tú.
    Me sorprendió cómo amas...

    Me parece imperativo que escribas como te de la gana, y sobre lo que te de la gana.

    Tu mundo y el mío no se parecen en casi nada en contenido o forma, y sin embargo amamos a Pessoa, la belleza, los delfines, y vivimos cada cual en su nave imaginaria. Por eso te visito.







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    1. Gracias por visitarme. Y dime, no habrá algún sitio donde pueda visitarte yo ?

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  4. Ay! El sitio donde puedes visitarme es ... aquí.
    No tengo otro por ahora. Te abruma?

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    1. Claro que no me abruma!!
      Este es un buen sitio.
      gracias de nuevo...

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