Cuando vengo a la playa no lo hago por la carretera de los pinos, bajo por la del río. Hoy lleva tanta agua (será el deshielo) que las cañas se doblan arrastradas por la corriente, tanta aqua (habrán abierto la presa) que he parado a tocarla, ¡qué fuerza tiene el río!
El temporal de poniente ha dejado la orilla limpia y el mar frío. Todavía no hay gente ni sombrillas en la playa, quizás porque es temprano o porque aún no hace mucho calor.
Antes de nada me lanzo al mar, no puedo evitarlo, me llama y acudo, no me importa el frío ni que a las pocas brazadas me duelan los huesos, abro los ojos bajo el agua para mirarlo desde dentro, abro la boca para llenarme de él. Voy hasta el fondo, subo a respirar; bajo la superficie vuelo.
Corro por la arena y tiritando me tumbo al sol.
No sé que año es ni qué edad tengo, no sé dónde estoy ni qué tengo que hacer luego. Cierro los ojos, respiro el mar y sonrío.
Desde siempre estas mañanas solitarias en la playa me han curado las penas y me hacen feliz.
Cielo Mar Tierra Piel
ResponderEliminar"No sé que año es ni qué edad tengo, no sé dónde estoy ni qué tengo que hacer luego. Cierro los ojos, respiro el mar y sonrío."
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El frío en los huesos aqui no llega; todo lo demás, sí. Como una ensoñación compartida. La sonrisa, la suspensión, el perderse libre de los puntos de referencia. Solo que tú la vives y yo la imagino (quizas vivir e imaginar se parezcan).
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Aqui llueve hace días.
Vivir e imaginar se parecen mucho.
EliminarYo imagino que allí llueve hace días.
Imagino que ahora que yo estoy rodeada de estrellas, allí, tras aquella lluvia comienza a atardecer.
Es playa Granada?
ResponderEliminarPues parece un sitio lejano y sin tiempo. Sabes disfrutar y hacer las cosas bonitas, enhorabuena.
Sí, es playa Granada, la conoces tú también! muchas cosas y muchos sitios son bonitos y especiales según se miren y se vivan... gracias por tu comentario.
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