sobre las cosas del vivir
jueves, 28 de junio de 2012
el futuro...
Tengo una bola mágica donde leo el futuro. Los futuros, porque mi bola mágica está compuesta por muchas bolitas mágicas también y en cada una de ellas juego a ver el futuro que quiero. Con la misma bola se podría ver el pasado, aunque es muy difícil jugar con el pasado, es posible, porque si se quiere todo es posible.
Por las noches, cuando me acuerdo, voy a mirar un rato (a no ser que tenga que contar estrellas, escribir cartas, recoger jazmines, hablar con los grillos, leer el surco del agua o alguna otra cosa más importante). Ver la cantidad de futuros que todavía tengo me da alegría y esperanza.
Tengo un futuro donde siempre huyo y encuentro cosas nuevas, en otro permanezco haciendo esfuerzos para que la vida de cada día, siendo pequeña, al menos me divierta. En un futuro lejano vivo en el mar sin pisar tierra. Hay algún futuro oscuro, casi negro, que me da mucho miedo y mucha pena. Uno rojo de besos que queman, uno de un azul sereno lleno de calma fresca. En el futuro blanco reconozco las sombras de la pared, las escaleras y las velas. Algunas veces veo un futuro verde con árboles frutales y flores frescas.
Cuando estoy alegre y soy valiente giro la bola mágica y todos los futuros, como si fuesen un presente, se mezclan.
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Se te olvida el "brillante futuro" que no es color, es sensación...
ResponderEliminarTienes razón, como siempre, pero no se me olvida. Isa. Es que para mi los colores pueden ser todos brillantes, como las sensaciones.
Eliminaré vero...ringrazio la signora Urquiola che fa sognare anche a me
EliminarDovresti scrivere a Patricia Urquiola: non penso abbia mai considerato la sua lampada come un generatore di futuri :)
ResponderEliminarCito qualcuno più bravo di me: ci sono due giorni soli, all'anno, in cui non possiamo fare niente: ieri e domani.
Paolo
Oggi, invece, possiamo fare tutto?
EliminarGrazie per le tue parole, Paolo, sapevo Che rivonoscevi la lampada e che capivi...
. . .
ResponderEliminarPerché tutto? Il senso del tempo e delle cose, lo sai già, si vede bene dai tuoi racconti.
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