Algunas puertas, no todas, tienen la cualidad de comunicar mundos.
Cuando yo abro la puerta de mi casa blanca procuro cerrarla rápido para que no entre mucho del mundo exterior y conservar intacto este que he creado, pequeño y mágico.
Anoche atravesé esa puerta después de muchos días y la casa me recibió como cuando vuelves de lejos y alguien querido te abraza. Me esperaba sin reproches, serena. Todos sus rincones se alegraron de verme, como yo me alegré de volver y encontrar refugio.
Atravesar una puerta y entrar en otro mundo.
Atravesar una puerta y encontrar refugio.
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