sobre las cosas del vivir
martes, 31 de enero de 2012
una bandeja de hierro...
Al salir de clase en una tarde de invierno paseé por las calles de la ciudad con un amigo. Hablábamos de cosas pequeñas, las cosas pequeñas suelen llenar los momentos grandes. Él es alto y guapo, al caminar con él me sentía orgullosa de ir a su lado y de sus palabras. Me hacía reír. Lo acompañé a un anticuario, teníamos que ver unas sillas para su comedor. Me pidió consejo pero le dije que no me gustaban esas sillas. Cuando veo cosas antiguas tengo una especie de sensibilidad extraña, los objetos me dicen si se merecen una nueva vida, aquellas sillas no se merecían convivir con mi amigo alto y guapo.
En una esquina del anticuario, entre tanta cosa vieja, descubrí una bandeja de hierro pintada, deteriorada y bella, sugerente, colores vivos en formas diluidas, el tiempo sobre una bandeja de hierro, un tesoro por diez euros.
Esa bandeja se merecía venir a vivir conmigo. Ahora está en mi terraza y en las noches de verano pongo sobre ella las velas y las copas de vino cuando subo a mirar estrellas.
lunes, 30 de enero de 2012
desde la ventana...
Desde la ventana del baño de esta casa veo muy cerca árboles muy verdes, detrás cielo muy azul. Nada más, es cierto que si buscase con la mirada rincones o si mirase hacia el suelo vería un trocito de calle, algunos coches aparcados y una esquina del contenedor de basura, pero ¿para qué voy a buscar hacia abajo la realidad si puedo perderme en el cielo? Lo pienso por las mañanas mientras me ducho mirando las hojas que brillan y se mueven al son de alguna brisa, entre las ramas también hay pájaros que cantan y yo sonrío porque podría estar en un bosque o en una isla. No miro a la calle ni al contenedor y me siento feliz. Es fácil sentirse feliz si se sabe dirigir la atención y la mirada.
Hay sólo que aprender a distinguir, entrenarse e intentarlo.
sábado, 28 de enero de 2012
la música...
La música se disfraza a veces de nubes negras. Sin truenos ni relámpagos que avisen de la tormenta, descarga la tristeza como la lluvia por sorpresa. Si no se esperaba el chaparrón, entonces la música te inunda de pena. Es cierto que hay también nubes blancas que traen una música suave y fresca como la lluvia finita de algunas primaveras, esa otra música alegra y empuja a caminar tarareando y moviendo la cabeza.
Lo bueno de la música triste de las nubes negras es que pasa limpiando el aire y el alma, como pasan las tormentas.
viernes, 27 de enero de 2012
aunque esté cerca...
Aunque esté cerca está lejos el mar. Sentimos lejos tantas cosas que están cerca, podrían casi tocarse con la punta de los dedos, como la felicidad. Una barca atada en la playa oye el romper constante de las olas que estando cerca están lejos, también las huele y al atardecer siente una pena infinita. Cuando se desea lo que estando cerca está tan lejos. Cuando se quiere ir pero se está atado, como la barca, tan cerca del mar.
Hay quien rompe el cabo, se lanza al mar y navega.
jueves, 26 de enero de 2012
almendros...
Los almendros ya han florecido al sur de Granada. El campo que rodea el pueblo donde vivo se ha vuelto blanco o rosa y como en estos días el cielo es azul sin descanso las flores pequeñas parece que brillan. Si sopla un poco de viento entonces se balancean y algunos pétalos caen como copos de nieve.
He puesto en mi casa alguna rama de almendro en flor, vibran en mi las flores que le he robado al campo. Es cierto que los sentimientos del corazón surgen al tener contacto con las cosas.
Basta con una rama de almendro para llenar el corazón de alegría y esperanza.
miércoles, 25 de enero de 2012
elvira...
Es el último dibujo que hice de mi madre, una tarde de verano. Poco antes de morir.
Se llamaba Elvira, mi madre, como yo. Para mi madre llamarse Elvira era un orgullo porque así se llamó su madre y su abuela y todas las primogénitas de aquella familia que procedía de Italia. El día 25 de enero es Santa Elvira y para ella era un día muy especial, hacíamos de ese día una fiesta, ella me regalaba cosas, hacía la comida que me gustaba, dejaba que me vistiese con su ropa y me acostase en su cama.Yo le daba besos.
En ese día hablábamos de mi abuela Elvira y de la Elvirita pequeña que yo tendría cuando fuese mayor. Pero no he tenido hijos, se ha roto la cadena.
Aún así el 25 de enero sigo haciendo una fiesta.
Hoy es el día. Felicidades.
lunes, 23 de enero de 2012
ella...
Él tenía la costumbre de sentarse todos los días a la una en la cocina. Le gustaba mirar a la criada que a esa hora le preparaba el almuerzo, no miraba a la mujer, que era mayor y descuidada, no miraba sus piernas ni su espalda curvada por el peso de la vida y tantos años en la cocina. Miraba los movimientos certeros y precisos de esa mujer preparando la comida, la seguridad que emanaba en ese espacio tan reducido, el control de los cacharros y la destreza de sus manos estropeadas por el agua constante y el trabajo duro.
Tenía la costumbre de quitarse la chaqueta cuando volvía del despacho, colgarla en el perchero de la entrada y sentarse en la cocina, sin hablar. No había nadie más. Se había ido su mujer hacía años y sus hijos se fueron también. Sólo esa mujer que había servido en la casa desde siempre, él no recuerda como fue cuando entró a trabajar con quince años, no se lo pregunta, sólo la mira cortar la verdura o macerar la carne, no sabe si ella siente o piensa. No le habla nunca. Tenía la costumbre de mirarla mientras preparaba la comida.
Ella vivía para él.
sábado, 21 de enero de 2012
el ángel...
"Y el ángel en la orilla se viste súbitamente de aire y hojas"
Casi siempre al otro lado, tras el agua que fluye.
Inalcanzable a no ser que te arrojes al torrente, ¿lo harás?
En la otra orilla se refleja el misterio.
jueves, 19 de enero de 2012
la belleza...
"la belleza es siempre una promesa de felicidad" (Stendhal)
Aunque me vengan a la mente y a la piel sensaciones vibrantes sobre todo lo que pueda ser una promesa de felicidad, hago un esfuerzo por dirigir la mirada a algo que tengo cerca, que es bello y simple. Puede ser la flor que puse en la escalera para descifrar mejor los matices del blanco y pasear la mirada por curvas sutiles y blandas.
Aquí me quedo, en la promesa efímera de la felicidad.
miércoles, 18 de enero de 2012
menguante de enero...
Esta mañana en el pequeño patio he podado el prunus y el jazmín. Hacía frío. Me he subido a la escalera y con cuidado he ido cortando las ramas teniendo en cuenta donde están las yemas para no dañarlas. Algunas veces hay que pensar en el futuro y saber que es bueno cortar las ramas secas porque solo así florecerán de nuevo.
Luna menguante de enero. Es el tiempo de cortar las ramas secas soñando con la primavera.
martes, 17 de enero de 2012
buda...
En una pequeña hornacina blanca en mi dormitorio blanco, tengo un buda blanco. No representa para mi a ningún dios, ni ninguna creencia, ni tiene más significado que el de ser una hermosa figura blanca que sonríe. Me la regalaron mis padres cuando me vine a vivir a esta casa, ellos la tenían en una cómoda del salón, me había acostumbrado a verla rodeada de otros muchos objetos bellos, una lámpara de porcelana, unos candelabros de plata, una fuente de cristal de roca, una colección de cajitas de marfil y nácar, una daga con el puño de asta tallada, un jarrón donde mi madre solía poner hojas de hiedra que cortaba del patio y las cartas sin abrir que se dejaban abandonadas durante meses allí, en aquella cómoda.
Perdido entre otras muchas cosas que llenaban la casa, el buda blanco se hacía invisible, sabía que mi padre lo apreciaba mucho porque siempre lo había tenido cerca, difuminado también entre miles de otros objetos que llenaban aún más su casa familiar.
Yo de niña solía pasar mucho tiempo observando todas aquellas cosas, cuando jugaba sola (casi siempre jugaba sola) le inventaba una historia a cada objeto y después lo trasladaba con la imaginación a otro espacio distinto creado por mi. Soñaba que le daba a cada cosa una vida nueva. Porque los objetos tienen vida y muchas historias que contar.
El buda blanco está ahora en la hornacina blanca de mi dormitorio blanco. Aislado, se ha hecho más grande y más importante. Lo miro cuando me despierto y sonrío como él.
Los sueños de los niños algunas veces se hacen realidad.
domingo, 15 de enero de 2012
me esconderé...
Me esconderé tras las sonrisas y las palabras.
Procuraré rodearme de objetos bellos que distraigan la atención de los que se me acerquen y que a mi me reconforten, buscaré pensamientos con los que poder amenizar alguna conversación por si alguien quiere hablar conmigo. Mantendré en secreto mis rincones y solo dejaré ver algún fragmento que permita a alguien conocerme un poco. Me haré un escudo al vestirme, tengo que protegerme del mundo, me cubriré con gasas, me adornaré los dedos y cuando mueva la mano para indicar una sombra o hacer una caricia ver algo que brille.
Me haré un castillo pequeño donde pasar los días y dormir segura.
Y si dejo caer el escudo,
entonces me esconderé en el mar.
viernes, 13 de enero de 2012
mi amigo...
Yo no tengo muchos amigos, conozco a mucha gente, aprecio y confío en bastante gente, quiero a muchas personas, también amo. Pero tengo un sólo amigo. Cuando lo conocí no pude imaginar que el tiempo largo y la vida lo convertiría en mi único amigo. Esas cosas no se saben, uno puede pensar que se enamorará de alguien cuando lo conoce, incluso que se casará con él, pero no se puede distinguir quién será el amigo, eso solo lo dice el tiempo, la certeza del amigo necesita una historia. Mi amigo y yo tenemos ya un historia.
Nunca ha hablado mucho mi amigo, yo siempre he hablado más, siempre he dicho yo las cosas más tontas y he tenido las ideas más absurdas. Él me ha ayudado del modo en el que ayuda un amigo, sin hacerse notar. Sólo un amigo respeta sin reproches y perdona sin decirlo. Mi amigo es la única persona que ha sabido calmarme con una mirada, con la misma mirada me ha puesto en mi sitio y además me ha hecho reír. Eso solo lo puede hacer un amigo.
Tengo un collar de perlas sobre terciopelo rojo. Me lo regaló mi amigo.
miércoles, 11 de enero de 2012
la edad del amor...
Cuando nació el amor fue blandito y suave, si se pasaba la lengua por su contorno sabía dulce o picante o salado, según el día o la hora. También tenía colores tornasolados que cambiaban con el sonido de las palabras o el trinar de los pájaros. De joven el amor era orgulloso y pensaba que ningún otro amor podía ser tan bello como él. Fue madurando el amor sin mirarse al espejo, no vio cómo le salían espinas, al amor.
Tiene edad el amor. Pero es siempre hermoso y complicado, el amor.
martes, 10 de enero de 2012
la puerta...
Algunas puertas, no todas, tienen la cualidad de comunicar mundos.
Cuando yo abro la puerta de mi casa blanca procuro cerrarla rápido para que no entre mucho del mundo exterior y conservar intacto este que he creado, pequeño y mágico.
Anoche atravesé esa puerta después de muchos días y la casa me recibió como cuando vuelves de lejos y alguien querido te abraza. Me esperaba sin reproches, serena. Todos sus rincones se alegraron de verme, como yo me alegré de volver y encontrar refugio.
Atravesar una puerta y entrar en otro mundo.
Atravesar una puerta y encontrar refugio.
domingo, 8 de enero de 2012
recomenzar...
Durante muchos años hice dibujos pequeños que eran piedras. Fueron una serie.
Los llamé un mundo de piedra, las piedras volaban. Eran piedras que estaban en el suelo y se escapaban, o se acumulaban en montones y alguna se salía por el margen. Años dibujando piedras, he regalado muchos de esos dibujos y tengo otros muchos guardados. He encontrado este, piedras que hacen un muro quizá, una vuela, arriba esperan más piedras, pero no la atrapan, hay aire. Tal vez mi sueño sea ser esa piedra que escapa.
Recomienza la rutina. Ya he comprendido que incluso dentro de un muro se puede volar.
sábado, 7 de enero de 2012
prometo...
Prometo que desharé los nudos que haya hecho, lo prometo. Prometo que nunca seré normal, puede que algunas veces salte por la borda, incluso en días de invierno, pero prometo secarme después bien el pelo y abrigarme, lo prometo. Prometo que inventaré juegos, haré figuras con las sombras, aprenderé a hablar en silencio. Una vez al año echaré al mar todos los deseos, lo prometo. Prometo que no dejaré que pase ni un día sin risas, aunque no tenga ganas me reiré, lo prometo. Prometo que no pediré nada serio, puede ser que pida un beso o que pida ayuda.
Pero no pediré promesas, lo prometo.
jueves, 5 de enero de 2012
nácar...
Hay objetos que llegan por casualidad y se hacen fuertes en la vida (también sucede con algunas personas).
Yo hice una reforma en esta otra casa, no es la casa blanca y pequeña que está entre la montaña y el mar. En esta casa quise buscar colores y que los espacios fuesen diáfanos y versátiles. Tiene grandes cristaleras, al fondo el mar, como siempre en mi vida, el mar. A través de esas cristaleras grandes entra mucho sol y toda la luz. También entra mucho cielo y cuando sopla levante entra el viento salado llenando los rincones.
Sobre la mesa del comedor había soñado una lámpara antigua quizás y esperaba encontrarla en alguna esquina de la vida, yo siempre creo que las cosas y las personas aparecen si se desean. Pero hay cosas (o personas) que sorprenden, no se deseaban, no se habían ni imaginado, cuando llegan uno comprende que son perfectas. Apareció esta lámpara de nácar y la puse sobre la mesa del comedor, me gusta mirarla cuando está apagada, me gusta tocarla y abrir la ventana para que la brisa haga sonar su tintineo casi cristalino. Me gusta cuando la enciendo y se convierte en un foco dorado. Tiñe la habitación y me llena de felicidad.
Como las personas que no se buscaron y dan felicidad. Esas personas también son de nácar.
miércoles, 4 de enero de 2012
el pez y el anzuelo...
Es un dibujo, es pura mentira.
Es verdad que el anzuelo y el pez están en el mismo mar. Es verdad que el pececito pequeño no le teme al anzuelo grande. Es mentira que el anzuelo y el pez respiren igual. Es mentira que un pez tan pequeño deje una estela tan grande, es verdad que el pececito se enamoró del anzuelo y siguió de largo, es verdad que el anzuelo deseó ser más pequeño. Es verdad el desencuentro. Aunque sea mentira que el pez y el anzuelo respiran igual, es verdad que quisieron tocarse porque están ahí, en el mismo trozo de papel de mar. Es verdad que es pura mentira, pasará el pez y terminarán olvidándose, hay amores imposibles.
Es verdad que a veces somos pez y otras veces anzuelo. También es vedad que hay amores imposibles.
martes, 3 de enero de 2012
pasado...
Tengo un sobrino pequeño. Es el único niño que tengo cerca. Algunas veces mi hermana me lo deja y entonces yo disfruto y aprendo de la infancia. Nunca pensé que un niño pudiese enseñar tanto. Se quedó a dormir. Durmió conmigo en la cama. Me dio patadas porque se mueve mucho por la noche pero algunas veces me cogió la mano y la apretó fuerte, yo no creo haber sentido tanta ternura en la vida. Imagino que los que tienen hijos tendrán una gran sobredosis de ternura. Al despertarnos nos quedamos un buen rato en la cama mirando las luces y las sombras que hace el sol al salir a través de la persiana, cambian muy rápido y es muy divertido, cuando nos cansamos de mirar tantos solecitos chicos el niño me dijo:
"y ahora ¿qué hacemos?"
"vamos a jugar al tiempo, al pasado, al presente y al futuro, yo digo una cosa en pasado y tu otra"
como es muy pequeño yo no sabía si entendería (no se nada de niños)
"ayer comimos pasta"
"en el pasado yo estaba en la barriga de mamá"
Ese salto al pasado más lejano me sorprendió.
"En el presente te doy un beso" le dije dándole un beso grande y él respondió:
"ese beso ya es pasado"
Creí morir de emoción. Yo he tardado toda una vida en aprenderlo.
Ya no tuve valor para jugar al futuro.
lunes, 2 de enero de 2012
empieza el mar...
_ E com´ è... il mare, com´ è?
Sorride...
_ Bellissimo.
_ E poi?
Non smette di sorridere.
_ A un certo punto, finisce.
"Oceano mare" (A. Baricco)
Acaba el mar a un cierto punto. Es bellísimo el mar pero acaba, todo se acaba, el mar también.
No hay que dejar de sonreír por saber que acaba.
Todo, incluso el mar, a un cierto punto se acaba.
Sin dejar de sonreír, allí donde acaba puede ser que empiece de nuevo.
El mar.
Sin dejar de sonreír, allí donde acaba puede ser que empiece de nuevo.
El mar.
domingo, 1 de enero de 2012
año nuevo...
Para el primer día del nuevo año no encuentro nada más gustoso que mi perra que duerme. Mi bolso le sirve de almohada o de compañero, quizás busca solo mi olor y como ya no ve, se siente segura cerca de mis cosas. En el bolso llevo el iPhone, el cuaderno de apuntes, el lapicero del 0,7 y las minas 2b (para hacer dibujos y escribir ideas). También llevo las gafas de sol, las de ver y en invierno los guantes rojos. El monedero. La barra de labios y las llaves. A mi perra le da todo eso igual aunque en esos objetos yo llevo la vida. Todo se podría perder y no pasaría nada, seguiría la vida.
Que en este año nuevo seamos capaces de dormir tranquilos y olvidar las cosas tan absurdas que creemos importantes. ¿qué es lo verdaderamente importante?
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