sobre las cosas del vivir



jueves, 19 de septiembre de 2013

el fin del mundo...



En el fin del mundo me sorprendía el silencio. El frío y la soledad también. La tierra roja, el camino largo, las paredes de piedra, el vacío y el cielo azul.
Había alquilado una habitación en un hotel rural, no había sido capaz de vivir en aquel pueblo que se cree ciudad. No pude soportar las miradas ni las preguntas y me fui. Era un caserón viejo que daba miedo, durante la semana no había huéspedes y estaba sola, habitando en un planeta rojo de otro tiempo. Por las mañanas salía por el portón trasero y me iba con la perra al fin del mundo.
Para llegar allí había que atravesar el camino largo que cruzaba la llanura, en invierno estaba todo nevado, llevaba a la perra en brazos, la metía bajo mi chaqueta porque era muy pequña y temblaba de frío. Yo también temblaba pero seguía caminando hasta el abismo rojo, en algún momento de la historia la tierra se había desplomado en aquel punto. Me paraba en el precipicio y temblábamos las dos mirando el vacío, al borde del silencio y del frío, en el centro de la soledad.
Los de la aldea llamaban a ese lugar el fin del mundo.

Iba cada día al fin del mundo. Del fin del mundo, dejando allí parte de mi alma, fui capaz de regresar y aunque aquel sea uno de los lugares más bellos que conozco no podría, no querría volver.






6 comentarios:

  1. Es tuya la pintura? me encanta

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    1. Sí, es uno de los óleos que hice allí, el otro día lo encontré y recordé todo aquello. Gracias por tu comentario.

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  2. Creo que sé donde está ese lugar...me lo contaste y no lo he olvidado.

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    1. Seguramente te habré hablado de aquel lugar y de aquellos años que tanto me dolieron y tanto me enseñaron. Si venciese mis miedos te llevaría algún día. Pero sólo si conduces tú...

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  3. Me encanta tu pintura del fin del mundo. Es muy rotunda y delicada a la vez.

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    1. Así recuerdo el fin del mundo. Rotundo y delicado a la vez. No sería delicioso que todos los fines fuesen así? Rotundos y delicados. Gracias, Gabriel por poner las palabras...

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