sobre las cosas del vivir
martes, 24 de septiembre de 2013
el bosque...
Durante mi ausencia han crecido tanto las plantas del patio rojo que parece un bosque. Un bosque pequeño y denso. Se han entrecruzado las ramas del ficus con las del prunus. La bisnonia ha llegado al cielo y el jazmín que brotó tímido llenándome de felicidad se ha vuelto loco, se derrama sin control y no para de llorar jazmines blancos que caen en la fuente, en los chinos, entran en la casa y me los encuentro por las esquinas.
A la luz de la mañana y al cielo azul les resulta imposible atravesar el bosque donde vivo, ahora entrar en la casa es como entrar en una capilla silenciosa y fresca, tardo algunos segundos en comprender esta penumbra y este aire místico.
En mi ausencia las plantas que tanto amo se han hecho mayores de repente, se han independizado de mi, se han vuelto rebeldes, como si no me necesitasen y ahora tengo que volver a domarlas, no son conscientes de que están cautivas y de que los muros que las separan del mundo las protegen también evitándoles el sufrimiento. He vuelto, les digo suavemente, ya estoy aquí, me tumbo sobre los chinos mirando el bosque salvaje que cuando se afiance el otoño comenzaré a podar.
Desde la ventana del dormitorio puedo ver mi bosque dede arriba, me inunda una alegría mágica, acaricio las hojas como si fuesen las yemas de otros dedos y siento una ternura infinita. Es mi pequeño bosque cautivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Quien ha regado las plantas en tu ausencia que han crecido tanto?
ResponderEliminarEl riego por goteo programado, aunque en algunos aspectos vivo como en algún otro siglo pasado, de algunas ventajas tecnológicas me aprovecho...
EliminarEs un bosque místico, es verdad.
ResponderEliminarQué son "los chinos"?
Aquí, en Andalucía, llamamos "chinos" a las piedrecitas pequeñas. Cuando hice esta casa hice traer chinos de la playa para el patio y la terraza de arriba. En vez de un revestimiento, sobre el cemento hay unos 10 cmts de chinos, al caminar o tumbarme sobre ellos es como si lo hiciese en la playa, encuentro a veces conchas y me quedo mirando las piedrecitas, todas son preciosas. El espacio, que es muy pequeño, con los chinos parece más grande y más salvaje. Y ahora con esta penumbra más místico.
EliminarAquí comienza en día. Buenos días...