sobre las cosas del vivir



lunes, 31 de diciembre de 2012

monstruos...



Asustan porque existen.
Todos los tenemos ocultos en algún rincón de alguna parte. Están ahí, algunas veces chillan, muerden y arañan, otras veces parece que duermen, incluso creemos que han muerto. Pero todos los conocemos, nuestros monstruos, los que nos acompañan desde que éramos niños, o los que nacieron con los desamores, con las deudas, con las desilusiones, con los miedos. Hay monstruos de pasado y otros de futuro. He conocido a alguien para quien sus monstruos eran dolores imaginarios escondidos en sus entrañas, para otros los monstruos tienen nombres y no cambian, obsesiones, miedos, angustias, deseos absurdos. Los monstruos tienen dientes que nos muerden, nos impiden ser y avanzar, nos frenan y nos rompen la alegría.

Que seamos capaces de enfrentarnos, cada uno de nosotros, a nuestros monstruos.
Que seamos capaces de vencer.
Que seamos capaces de ser, sin monstruos que nos lo impidan, felices.


viernes, 28 de diciembre de 2012

las pasiones del amor...


Venus, cupido y las pasiones del amor. (1545) Agnolo Bronzino.


Al salir de clase por la noche, generalmente los martes, un grupo de profesores (de arte) nos quedamos tomando unas cervezas o unos vinos en un bar cercano. Es sin duda uno de los momentos más interesantes de la semana porque siempre se habla, entre muchas risas, de lo que más nos interesa, el arte, no solemos hablar de política ni de chismorreos, no nos quejamos de lo mal que va todo, ni siquiera hablamos de lo cotidiano que nos sucede en las aulas. Entre muchas risas es quizás cuando más aprendo y comprendo.
El martes pasado, entre muchas risas, se habló de erotismo y pornografía. Un mundo que desconozco, entre muchas risas se dijeron cosas que me resultaron extremadamente interesantes. En estos días de vacaciones, teniendo a mi disposición el universo a través de internet he intentado buscar y comprender algo de todo aquello que se dijo entre muchas risas y que parecía tan cierto. He visto imágenes eróticas y pornográficas, algunas brutas y sórdidas y otras bellas, pero ninguna ha conseguido despertar mi emoción. En este mundo lleno de imágenes, libertad y tecnología no he encontrado nada que me haga estremecer.
Pero por ejemplo la mirada de cupido adolescente que se pierde en la boca Venus me transporta, una mirada que respira el aliento sabio y sereno.

En 1545 Bronzino pintó las pasiones del amor, he tenido que volver muy atrás para encontrar en la historia del arte imágenes que me emocionan y me hacen vibrar.




martes, 25 de diciembre de 2012

el decorado de la vida...



Anoche estaba la chimenea encendida, habían puesto una mesa preciosa, mi amigo había escrito los nombres de cada uno en un trozo de papel con letras doradas y lo había colocado sobre los platos, los cubiertos eran de plata y las copas de cristal reflejaban las luces en la penumbra. Todo precioso, dijo mi amigo que las luces de las velas hacen a las mujeres hermosas porque les brillan los ojos. La música suave, las risas tan sinceras como el cariño. Pensé lo agradable que era todo, se disolvió la melancolía entre amigos.

El decorado de la vida puede hacer cambiar el rumbo de las cosas y curar las penas.


lunes, 24 de diciembre de 2012

fluir...




Fluir, que fluya el tiempo sobre nosotros, que fluyan las cosas, las palabras, los recuerdos y todos los sentimientos, que fluya la vida que pasa y si nos roza, la muerte. 

Fluir, eso deseo.



jueves, 20 de diciembre de 2012

flor de diciembre...



Es la misma calle de todos los días a esta misma hora. Camino rápido para llegar a tiempo, intentando, como todos los días, no mirar lo feo y lo sucio, ni las luces falsas, ni los falsos colores alegres que han colocado por todas partes por ser diciembre.
Ellos suben despacio por la misma calle, serán hermanos porque sus ojos negros son casi idénticos. Uno de ellos camina con mucha dificultad, arrastrando los pies, se apoya en el otro para no caer, lleva un pensamiento amarillo en la mano. Al cruzarme con ellos por la misma calle de todos los días tengo cierto temor (qué duro se me hace reconocer que siento miedo).
Él tiene alguna discapacidad que le impide moverse y hablar con normalidad. Tiende la mano y me ofrece la flor. Por un momento dudo si aceptarla (qué difícil se me hace reconocer que desconfío).
Acepto la flor y sus palabras, acepto también su sonrísa, que es casi una mueca, y su mirada profunda que no comprendo, pero ya sin miedo.
Sigo caminando con el pensamiento amarillo en la mano y el corazón lleno de alegría.

Qué gran regalo inesperado ha sido esta flor de diciembre.


martes, 18 de diciembre de 2012

la bahía...




En aquella bahía el mar solía estar en calma, los barcos fondeaban tranquilos, nunca había vientos traicioneros que levantaran olas o hiciesen garrear las anclas. Se balanceaban dulcemente los barcos y borneaban juntos mirando al norte cuando soplaba la brisa seca que venía de tierra. Desde la orilla se podía oír el crujir de las maderas o el rumor de las conversaciones de los marineros, las palabras también se las llevaba el viento seco del norte. Cuando los barcos zarpaban y se iban empujados por ese viento honesto no quedaba nada de ellos en la bahía. Ni el recuerdo.

En el mar es difícil dejar huella.


domingo, 16 de diciembre de 2012

la vie est belle...



Una flor, unas ramitas de romero y unas hojas de hiedra en una copa de cristal, mirarlo despacio y estremecerse un poco porque es muy hermoso. La alegría que se siente cuando te espera en la casa un buen libro, estás cansado y hace frío pero deseas llegar, tomar algo caliente y leer, con las manos en los bolsillos, caminando rápido sonríes, sentir esa alegría es muy hermoso. Alguien te pide un abrazo, apoyas la cabeza en su cuello y respiras su calor, abrazar es muy hermoso. Mirar, soñar es muy hermoso. El color de la pared, cómo se filtra la luz por las cortinas, el suelo de madera, el silencio, pensar en lo que cocinarás por la noche, encender las velas, tener ilusiones pequeñas es muy hermoso. Saber que hay alguien con quien te gustaría hablar de cualquier cosa, aunque no esté cerca o casi nunca lo veas, cuando piensas en algo que te parece interesante, cuando pasa algo especial te gustaría decírselo, es muy hermoso. Conseguir no enfadarse demasiado aunque las cosas sean injustas o feas es muy hermoso. Todo pasa y es muy hermoso. Escribir, dibujar, aunque no te quedes satisfecho con lo que haces, es muy hermoso. Las cosas bellas que se recuerdan, las personas alegres, algunos ojos, muchas manos son muy hermosas. Concentrarse mucho en lo que estás haciendo y que el tiempo pase sin darte cuenta es muy hermoso. Aprender y también olvidar es muy hermoso.

La vie est belle.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

sol de diciembre...



No habla, ni ríe, se tapa con un manto de nubes empedradas, como si tuviese frío.
Tímido, pudoroso, no daña ni alegra ni calienta. No piensa en azul.
A sus pies el mar insensible, de plomo, triste como él.
No recuerda ni acaricia ni desea ya la piel desnuda.
Consuela saber que pase lo que pase volverá a brillar, el sol de diciembre.

Tener alguna certeza ayuda a vivir.


domingo, 9 de diciembre de 2012

candela...



Cuando era un cachorro no me separaba de ella. Vivíamos las dos solas en aquel páramo frío, paseábamos por el campo y ella, que era tan pequeña, se hundía en la nieve, tiritaba y me miraba pidiéndome ayuda, yo la metía bajo mi chaqueta, se quedaba inmóvil respirando despacito, nuestros corazones latían a la par, yo la protegía del viento helado, ella me daba amor.
Muchas veces dormimos juntas. Muchas veces nuestros corazones han latido a la par.
En las casas donde he vivido, en las ciudades donde he ido, junto a las personas que he amado, en las mañanas de sol, en la orilla del mar, en alta mar, en el coche, en la montaña, rodando por las dunas de arena, en los viajes, en las noches de sofá, en mitad del ruido y en el silencio, en las risas y en las lágrimas, ella siempre me daba amor. Ha sido mi compañera, mi juguete, mi consuelo muchas veces, mi refugio, porque en el amor siempre se encuentra refugio.
Envejeció dándome su vida con todo el amor.
Candela murió ayer dándome amor y un dolor agudo que pasará. Y aunque todo pasa no la olvidaré nunca.

Imposible olvidar tanto amor.

viernes, 7 de diciembre de 2012

los árboles de diciembre...




Bajando por el sendero que lleva al río están los huertos de naranjos. En estos días ha llovido mucho y todo está verde y esponjoso, el aire frío hace que los colores sean un poquito más azules y la tierra más dura. Caminar entre naranjos con las manos en los bolsillos y la mirada en el cielo. Tropezar, sonreír porque cuando uno tropieza hace gracia, aunque esté solo. Y de pronto al alzar la cabeza te encuentras con el árbol más bonito que se pueda soñar. Las naranjas tintinean en el verde.

Es sin duda el árbol más bonito para diciembre.


martes, 4 de diciembre de 2012

otro diciembre...



Es un caserón antiguo a las afueras de una aldea de cuevas y tierra roja al norte de Granada.
Es una habitación en la planta baja, donde están la cocina y la chimenea.
Hay un fotógrafo, amigo de la mujer rubia, haciendo fotos.
Hay un niño pequeño, pálido y muy delgado, que duerme enroscado como un gatito sobre un sillón.
Hay un hombre que acaba de llegar con leña y las manos muy sucias, se acerca al fuego para calentarse.
Hay una chica joven, pálida también, está pelando patatas, es la madre del niño que duerme, tan delgada como él.
Hay otra mujer alta y morena, gorda y feliz, ríe a carcajadas roncas y come castañas asadas, es la amiga de la madre del niño.
El hombre que ha traído la leña no quiere quedarse a tomar un vino de la tierra y unas patatas a lo pobre. Se va cerrando el portón.
Hace mucho frío.
Está nevando.
La mujer rubia abraza a su perra. Las dos tienen el gesto orgulloso y la mirada distante.
Dicen que los perros se parecen a sus amos.
(La foto es de José Muñoz)

Es otro diciembre.

sábado, 1 de diciembre de 2012

diciembre...




Hoy empieza diciembre, diciembre es un mes melancólico. Aunque en verdad para mi es noviembre el mes más melancólico del año. En noviembre el aire es blando y me disuelve, algunas veces pienso que en noviembre me rindo, dejo de luchar y es por eso por lo que suelo volverme más pequeña y más frágil, en noviembre sufro más y temo que de algún modo eso me gusta porque no me reconozco y está siempre bien sorprenderse a uno mismo. En noviembre me doy ternura y me perdono con más facilidad porque me miro con cierta compasión.
Hoy empieza diciembre, diciembre es un mes melancólico también aunque de otro modo, la melancolía de diciembre me llega de los absurdos contrastes que ya han comenzado a verse iluminando las calles, adornando con brillos y guirnaldas los escaparates, de las tiendas, los supermercados, las casas de la gente. La melancolía de diciembre me llega del exceso, del derroche, de la lluvia de mal gusto, de risas forzadas, de palabras convencionales, del feliz feliz feliz. En diciembre el aire es duro y me hago fuerte, no me rindo como en noviembre porque tengo que sobrevivir a esta melancolía que llega de fuera, de tantas lucecitas, de todos los villancicos que hacen sonar con altavoces por las calles y hay que oírlos a la fuerza, en diciembre tengo que luchar y conseguir que pasen los días de las cenas sin familia, sin llorar. Tengo que responder con una sonrisa al "¿qué te han traído los reyes?" con un digno "yo no creo en los reyes". En diciembre mi melancolía es irónica y dura. Mi tristeza revolucionaria y solitaria.

Lo bueno de diciembre es que trae, en una caja de cartón roja y blanca con letras doradas, un MUMM que es un gran beso que sabe a champagne.