sobre las cosas del vivir
sábado, 5 de octubre de 2013
una carta...
Era amigo de mi hermano mayor. Yo iba aún al colegio con el uniforme azul. Él ya estaba en la universidad. Estudiaba medicina, era alto y fuerte, tenía los ojos muy negros y las manos preciosas. Era de izquierdas, había creado el cineclub de la facultad, asistía a las tertulias literarias, caminaba despacio, un poco encorvado, siempre con un cigarrillo en la mano.
En secreto yo estaba enamorada de él, era exáctamente lo que yo creía que amaría siempre.
Las chicas de su edad lo rodeaban, eran modernas, no llevaban ya uniforme, eran altas y guapas. Él nunca me miraba, pasaba el brazo por la cintura de alguna de esas chicas y sonreía, los miraba yo. Iba al cineclub por verlo a él porque las películas que ponían eran incomprensibles y aburridas, aunque después, cuando pasó el tiempo me alegré mucho de haber visto todas aquellas películas, de recordar los nombres de los directores y de haber oído los comentarios que hacían durante el debate posterior a la proyección porque aprendí mucho.
También fui a alguna de las tertulias literarias dónde él hacía referencia a los libros que había leído, siempre me impresionaba su cultura y su inteligencia. Yo anotaba los títulos de los libros que él mencionaba para leerlos y poder hablar con él, a su nivel, cuando me hiciese un poco mayor y él me viese, caminaríamos juntos hablando de cine y libros, porque él terminaría enamorándose de mi.
Hasta ahí lo recuerdo todo, pero no recuerdo qué sucedió después, yo me fui a la universidad a otra ciudad, no recuerdo sus llamadas ni sus visitas inesperadas, no recuerdo el final, ni siquiera recuerdo si llegó a empezar.
Esta mañana he abierto un libro y he encontrado algunas de sus cartas, ( mis libros siguen escondiendo sorpresas), no recordaba que me hubiese escrito, cuando ya no las soñaba, unas cartas tan bonitas.
Recuerdo nítidamente el deseo y la espera pero no lo que pasó en realidad.
Como siempre estoy de acuerdo con Pessoa: "No es el amor, sino sus alrededores, lo que vale la pena."
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Pare he un giorno l'amante di un famoso pittore, Jackson Pollock, anch'ella pittrice, gli chiese: " io ti chiedo sempre: ti piacciono i miei quadri? Devo capire se so dipingere oppure se smettere, non l'ho ancora capito. E tu non vuoi mai dirmi, se ti piacciono o no".
ResponderEliminarPollock rispose : " se tu puoi vivere senza la tua arte, allora l'arte non è il tuo mondo".
La passione non chiede.
La passione brucia , graffia e fa male.
Le lettere degli amori mancati, sono sempre migliori di quei possibili amori. Hai ragione.
Buon fine settimana, la pioggia qui è bellilssima, adesso.
Invece qui c'è il sole, caldo e forte, sembra agosto.
EliminarLa risposta di Pollock era un po' presuntuosa, non pensi? Si può vivere senza arte, senza amore, senza vita anche, e quello non vuol dire che non sia il nostro mondo.il mondo ê ampio possiamo avere o fare molte cose... So che mi capisci..
Buon fine settimana anche a te, e un bacio grande come la certezza ...
No es el amor sino sus alrededores lo que vale la pena
ResponderEliminarQué verdad!!!!!!!!!!
Los alrededores del amor, los de un viaje, los de un proyecto, los de una vida...
EliminarGracias por tu comentario.
Como que recuerdas lo que ha sobrevivido... deseo y espera.
ResponderEliminarCierto, el deseo y la espera han sobrevivido...
EliminarGracias por saber, seas quién seas.