sobre las cosas del vivir
martes, 22 de octubre de 2013
mi privilegio...
Me ha despertado la luz del día. Soy consciente de mis privilegios, no me permito olvidarlos ni acostumbrarme a ellos, sería como perderlos.
Es un gran privilegio que me despierte la luz del día y no tener que levantarme con prisas. Puedo desayunar en calma, respirar despacio, moverme lentamente y hacer de los pequeños actos cotidianos un juego o un rito.
Es un gran privilegio tener tiempo.
La luz del día era blanca y densa, incluso el canto de los pájaros se hizo lento. El cielo también era blanco; mi privilegio blando comenzaba a disolverse y no sabía qué hacer con él.
En la esquina de la calle han abierto una pequeña tienda de flores. He ido a comprar un pensamiento violeta y una clavelina roja, quería poner color a mi tiempo blanco hoy.
Intentando engañar a la melancolía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los chinos!
ResponderEliminarJajjaa
EliminarSí los chinos...