sobre las cosas del vivir



domingo, 4 de agosto de 2013

novedad...



Novedad, escrito en vertical en la esquina de un edificio recubierto de azulejos tornasolados que al atardecer brillan como el oro en una calle de un pueblo de Cádiz. En la acera de enfrente, en la terraza de un bar, estoy tomando un agua con gas, el vaso ha sudado sobre la mesa, con el dedo escribo "novedad" y esa palabra, de repente, llena de melancolía la tarde de verano, ha nublado el cielo, ha caído todo el peso del tiempo que pasa sobre la acera, sobre las copas de los árboles, se refleja en la luz dorada que ahora parece mediocre y rota. ¿Cómo sería esta calle hace un siglo? la casa de las novedades brillando al caer el sol, alguien entró en lo que entonces era una tienda de tejidos y compró unos metros de tela floreada con la ilusión de hacerse un vestido nuevo, para estrenarlo en un baile, para enamorar o enamorarse. Me han venido a la piel todas las novedades que a impulsos dan felicidad antes de pasar y volverse viejas, las cosas nuevas, las ilusiones nuevas, las personas nuevas. Pero nunca lo había visto escrito así, tan claro, en la esquina del edificio de enfrente.

Lo curioso es que nadie más parece verlo ni sentir esta pena infinita que yo siento.



2 comentarios:

  1. tu sensibilidad me llega a flor de piel.

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    1. "A flor de piel" es una frase preciosa que sabe a caricia.
      Gracias por tu comentario anónimo.

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