sobre las cosas del vivir
domingo, 3 de noviembre de 2013
pequeña...
¿Qué fue de ti, pequeña?
Encontré tu foto el otro día, entre las fotos antiguas que nunca miro, junto a la foto de tu madre y esa otra en la que estáis todos los hermanos, los tres sobre la cama de tus padres, antes de la soledad y el dolor, también está el monito René y tu padre, joven y guapo abrazando a tu hermanita ¿qué fue de todos vosotros?. Son fotos que evito porque no quiero verte ni tenerte que hacer esta pregunta que hoy te hago.
¿Qué fue de ti? te lo pregunto al empezar este mes que siempre me sienta tan mal, noviembre y su melancolía.
Hoy te he visto, inmóvil desde entonces, un poco más desvaída ¿qué pasaba, pequeña? ya sabías lo que era la pena, eras tan pequeña, pequeña, ¿por qué lo sabías ya?.
Eras muy lista.
Siempre he creído que en esa mirada me estabas mirando a mi.
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Oh pero que bonita eres, pequeña!
ResponderEliminarEra bonita la pequeña...
EliminarPreguntas de hoy.
ResponderEliminar- Supongamos que la mirada de la pequeña te estuviese mirando. Qué crees que ve?
- Y qué ves tu en la mirada de la pequeña? Asombro? Tristeza? Desilusión? Juicio? Deseo? Tristeza? Verguenza? Nada de eso? Dime.
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Cosas que se me ocurre escribir.
* Creo que para ciertos dolores no existe consuelo.
* Creo que la melancolía es un pantano.
* Creo que puedes dibujar una salida cuando estés lista para seguir viaje.
Sigue viaje. Sigue viaje. Sigue.
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Noviembre empieza siendo un mes de escorpiones y termina siendo el mes de los centauros. Sabías?
Me ve a mi con mis miedos mis melancolías y mis tristezas, mis desilusiones (las ilusiones también) mis deseos, mis asombros, mis alegrías, vergüenzas, remordimientos..
EliminarComo podía verlo todo?
Pero la melancolía no es un pantano. No.
Puede ser dulce la melancolía.
Este noviembre será dulce, escorpiones y centauros .
Viaje. Ya tengo la bolsa para el viaje, ahora me falta el valor.
De nuevo gracias por tus palabras...
Ah. Hablaba de mi melancolía, no de la tuya. Me faltó aclarar eso. La tuya puede ser dulce?
Eliminar:
Por qué dices que te falta valor para el viaje?
Mi amigo Gabriel está de acuerdo contigo, anónimo, y cree que la melancolía es un pantano, la melancolía hace que me brillen los ojos y me regala emociones dulces y recuerdos que en los momentos de alegría desaparecen.
EliminarDicen los budistas que cuando se duda es mejor no actuar. No sé dónde ir, por eso espero y no empiezo el siguiente viaje.
Ante la duda, no. Coincido. Es un modo simple de calmar las dudas. Decir no. No aún.
EliminarPuedes viajar de otro modo, sintiendo -- como quiere Pessoa.
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Hoy otra vez he pensado en tu valija de cuero, en su peso. No fue un pensamiento buscado. Apareció cual tren. Yo solo lo vi pasar y te cuento lo que escuché.
El tema central del pensamiento era el peso de tu valija de viaje nueva. El tal pensamiento, con algún rasgo rumiante, tuvo su momento dialogado, yo te señalaba lo del peso, y te cuestionaba por qué cargar con él si de verdad querías viajar liviana y tu me respondías que mejor la belleza que la practicidad.
Yo me preguntaba si decirte o no lo que pensaba. Y opté por si -- sin dudar. Te dije, Elvira yo relaciono esa valijita cara de cuero hecho a mano con temas de status, clase, y con gustos aprendidos que se confunden con la identidad.
Luego te preguntaba si viajar liviana para ti no significaría que dejaras todo eso atrás, tu indentidad atada a ese pasado, y buscaras algo verdaderamente ligero -- la valija de la libertad -- para llevar eso poco con que llenarias tu equipaje.
Es curioso, no? No sé si es real. Es decir, si todo el rollo de mi pensamiento con el peso de la valijita aplica a ti o a tu vida. Dimelo. Será divertido comprobar si aplica, y más divertido comprobar que no aplica.
El pensamiento que tuve sí fue real. Lo pensé.
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La clase de melancolía que vives tú yo no la conozco. Puede ser que eso que describes yo lo llame de otro modo, por ejemplo: recordar mirando el vaso medio lleno.
Un abrazo al viento.
Al modo de Pessoa sí que viajo, cada día.
EliminarEn tu pensamiento no dicho y dicho ahora tienes razón, en parte. Valoro las cosas bellas y pienso que ciertos objetos, no por su valor material, por su belleza, la sensación que aportan, pueden pesar un poquito y merecer la pena llevarlos. No hay que exagerar. No es cuestión de estatus, of course not.
Gracias de nuevo querido anónimo por hablar...me.
¡Qué guapísima! Yo le tengo un poco de yuyu a la melancolía porque sí que la percibo como un pantano, como dice el anónimo. También pienso que la pena, el dolor, forman parte de nuestra vida y que negarlos es ceguera e ingenuidad. Aún así el tirón de la vida, el pálpito constante, la superación, la belleza de nuestro alrededor nos anima a ser felices… con dolor y todo.¡Guapa!
ResponderEliminarSiempre me sorprende y me conforta tu optimismo suave.. La belleza de nuestro alrededor nos anima a ser felices... Con dolor y todo, yo sé que en este mes me vuelvo más triste y más débil, intento no caer en ese pantano que veís, de todos modos soy buena nadando y no me ahogo.
EliminarGracias, Gabriel, gracias...