Hubiera querido contarte la misma historia muchas veces. Bajo el cielo azul, mientras oíamos el tintineo de la fuente y las sombras se alargaban lentamente hasta cubrirnos los pies.
Yo sonreiría entonces y comenzaría de nuevo a la luz de la luna, confundiendo las palabras con el canto de los grillos. Hubiera querido empezar otra vez la historia bajo la lluvia y llorar al final.
Ya sabes que el final siempre me llena de melancolía.
El final de algo siempre es el principio de algo y esa melancolia que te inunda se transformara en todo lo contrario, porque tu eres la fuente, tu eres la historia... para para ¿que te esta pasando?
ResponderEliminaranónimo, lo que me pasa es que dejo salir las palabras sin pensar mucho, no pasa nada o todo pasa y lo mejor es que la melancolía sabe dulce y es suave.
EliminarAh....! Una fuente con agua!
ResponderEliminarSe lleva toda mi atención.
Cuando los árabes llegaron a mi tierra nos enseñaron que el agua es el mayor lujo. Una fuente con agua que tintinea, sin tener nada más te acercas al paraíso.
EliminarNada mas "rico" que el agua. Paraíso veo al beberla y al escucharla.
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