sobre las cosas del vivir
martes, 12 de febrero de 2013
algún día...
Tendré una casa blanca, será pequeña y de muros muy gruesos que me aislarán del frío y del calor. Sobre la casa habrá un cielo muy azul aunque algunas veces lo cruzarán nubes negras.
La casa blanca y pequeña estará cerca de un río, bajo unas montañas que en invierno estarán nevadas, habrá almendros y vinagretas por el campo y más al sur el mar; cuando lleguen las primaveras yo iré al mar, habrá una playa grande y solitaria, nadaré, pasarán delfines cerca de la orilla y yo me sentiré muy feliz.
En la casa tendré una fuente en un patio pequeño donde crecerá un jazmín. En verano el aroma dulce me inundará al anochecer, pondré las florecitas blancas en copas de cristal por toda la casa. Tendré una terraza con muchas estrellas y soñaré como cuando era niña y tenía aún tantos deseos. En invierno cuando esté cansada al final del día me tumbaré en el sofá a jugar con las sombras que hace el fuego, oiré música suave y miraré las vigas del techo que a veces se moverán como olas blancas.
Cuando en un segundo de lucidez uno es consciente de estar viviendo un viejo sueño que algún día soñó.
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Al leerte he tenido un viaje que me hacía falta.
ResponderEliminarNo he visto las vigas de tu techo, solo un acordeón de arenas; tú, las olas blancas.
El cielo, las estrellas, los aromas, el fuego, el mar, los delfines, la música, los colores, y las sombras, y también un hogar.
Vives rodeada de belleza y enlazas a ella tus sentidos.
Te has atrevido.
Intento atreverme cada día, aunque no siempre lo consigo...Gracias por tus palabras, anónimo, tan bellas.
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