sobre las cosas del vivir



jueves, 18 de julio de 2013

tu mundo...



Las lámparas, hay una de nácar en la casa de la ciudad, sobre la mesa del comedor dorada. En la casa del pueblo blanco las lámparas son blancas y se confunden con las paredes y las sombras. Los sillones, el de flores azules, el de seda roja, el de terciopelo color humo, el blanco de la casa blanca. Las sillas donde te sientas a comer, a dibujar, a escribir, en la cocina, en el comedor, en el estudio. Las alfombras de lana, la bañera de mármol, el lavamanos que hiciste tu misma, de barro y luego esmaltaste en ese color verde mar para que al lavarte la cara sintieses la emoción de las olas.
Hay tanta melancolía y tanta felicidad en tantas cosas. Amas tanto los objetos que rodean tu vida, los has buscado con tanto detalle, seleccionándolos con tanto cuidado, no quieres demasiadas cosas, aprecias los espacios vacíos. Nunca has elegido nada por su valor económico, has rechazado piezas valiosas muchas veces, no es eso, es la belleza que tú ves. Tu mundo.

También en una playa solitaria recoges piedras y con mucho cuidado, bajo el sol, las colocas en círculo, con paciencia y amor. Las abandonarás, como eres capaz de abandonarlo todo, pero durante un tiempo te ha hecho feliz rodearte de lo que consideras bello, efímero, te recuerda que todo pasa.
Tu mundo.



3 comentarios:


  1. Veo un nido hecho de piedra sobre arena.
    Quiénn podría refugiarse en él? Dices que es efímero.

    Al contemplarlo empiezan a correr historias, dice tantas, las escucho aunque hablen a la vez, es un aleph, pienso en el de Borges, contiene todo lo que existe.

    :

    Hoy dormiré allí.



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  2. Me fascina esta imagen que subiste.

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    Respuestas
    1. Es el afán de intervenir de alguna manera en el mundo que me rodea. En la civilización, pero también en la naturaleza, en la playa, en el campo, con piedras o con hojas y ramas. Con la arena... Claro que es efímero, por eso es más bello, no pretende durar.
      A esos nidos, a esos huecos, a esos mundos, dedico esos días solitarios y salvajes...
      Gracias de nuevo por estar ahí.

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