sobre las cosas del vivir
sábado, 6 de julio de 2013
calle del mar...
Si pudiese elegir viviría en una calle blanca de un lugar sin futuro. Mi casa sería pequeña dando a las olas. Como no tengo miedo saltaría desde la ventana para bañarme, nadaría lejos y miraría hacia tierra, distinguiría mi casita blanca al borde del acantilado y sonreiría, le diría al mar: "amor, esa es nuestra casa, ¿la ves? la que tiene un jazmín en la azotea, y la puerta azul". Seguiría jugando con él, con el mar, acariciándolo en cada brazada. Volvería a la orilla cansada y feliz y me sentaría en la terraza desde donde podría meter los pies en el agua para seguir tocándolo, a él, al mar, mi amor.
Por las noches me acostaría a su lado sin desear nunca irme, le contaría cada día mis historias, las verdaderas bajo el sol y al atardecer las inventadas.
Le confesaría que lo amo tanto que busqué por todo el mundo hasta encontrar una calle que llevara su nombre, lo dejé todo y me vine allí para vivir con él.
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Te leo y escribo desde el sur del sur, es un día gris y lejos del mar. Aqui se han perdido las calles y el amor es puro laberinto.
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Te leo y me pregunto por qué tu escrito de hoy, con su azul, su jazmin, tu falta de miedo, y tu amor por el mar, me hace pensar en la muerte, en el deseo de desaparecer.
Será mi gripe que todo lo confunde?
No confundes, tu gripe te hace comprender más allá de lo que escribo. No puedo decir que me alegra tu gripe, (claro que deseo que estés bien), me alegran mucho tus palabras. Mucho.
EliminarEl aire de mar te curaría la gripe, intentaré mandarte una buena dosis, si no te llega porque se pierda por las calles y los laberintos... Entonces limón y miel...
Un beso salado de mar.
Gracias. Ese aire de mar sanador me hace falta. Mañana me vuelve a tocar viajar y mi cuerpo está débil.
ResponderEliminarPero te haré caso, si el aire de mar sanador que me envías se pierde en el camino haré miel y limón. "Para Escribir" me hace bien.
Entonces te prepararé un "para escribir" con aire de mar, miel y limón. Para que te pongas fuerte y puedas viajar alegre. Que me digas que te hace bien es el mejor regalo que podrías hacerme. Gracias!
EliminarElvira, yo no te conozco pero leo lo que escribes. Esto que has escrito sobre tu amor al mar me ha hecho pensar que es lo mismo que siento yo por las montañas que rodean mi pueblo. Estoy enamorada de ellas, este verano cuando vuelva a verlas les confesaré mi amor, me hace ilusión hacerlo. Isis
ResponderEliminarMuchas gracias, Isis por tus palabras, me alegra pensar que sientes ese amor por tus montañas y que se lo confieses, seguro que te sientes bien, sienta bien decir que se ama, al mar o a las montañas también...
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