Sabían a mar y a miel, sabían a eso. Los besos.
Saben también a sal y a uvas con queso. A cerveza fría, a helado de limón cuando eran los primeros besos. A risas, a palabras tontas, a miradas tímidas. A corazón que late, a dedos entrelazados, a todo eso sabían los besos. A sueños que no acaban saben ahora. A no tener edad ni tiempo.
Las nubes y el infinito también saben a eso, a beso.
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