sobre las cosas del vivir
viernes, 30 de marzo de 2012
ina...
Algunas personas pequeñas de tamaño llenan mucho espacio. Así es ella, menuda, fuerte, ágil, valiente y cuando llega lo llena todo. Tiene el pelo sedoso y muy claro, casi blanco. Su pelo brilla desde lejos como la luz que la inunda. Camina con pasos largos, parece que el cuerpo no le pesa, lo lleva con facilidad balanceándose un poco, casi meciéndolo al andar. Vive en un barco viejo y pienso que ese balanceo son las olas, que ya las lleva dentro. Está alegre casi siempre y su mirada profunda ve más allá de la superficie. No duda en preguntar sin pudor, con su voz aguda que a veces se rompe en su acento inglés, sobre las cosas que le interesan.
Sus manos son grandes y fuertes, llenas de anillos y pulseras. Al bailar con ella entrelaza contigo los dedos apretando con fuerza hasta hacerte daño, pero te alza con su energía mientras mueve la cabeza y su pelo sedoso y claro vuela por la música como un huracán.
Por las mañanas llega contenta con sus piernas bronceadas al aire y un jersey grueso, va descalza y trae siempre un regalo, una flor, pan, el periódico, una pluma de gaviota, un libro, lo pone sobre la mesa y sonríe mientras espera el café. También trae siempre alguna noticia o alguna frase profunda para comentar. Ella es curiosa con la vida, se asoma a todos los rincones y busca las cosas que los demás no vemos. Se viste tal y como es, no he conocido a nadie que se exprese mejor con su aspecto.
Es como un cuadro impresionista de pinceladas libres y colores vibrantes. Hay que alejarse un poco para verla bien, a la luz del sol que le da la vida, en su barco de madera, balanceándose sobre el mar.
Así la miro, como a un cuadro, intentando descifrarla disfrutando. De Ina tengo mucho que aprender.
miércoles, 28 de marzo de 2012
silencio...
"Si nunca se habla de una cosa es como si no hubiese sucedido"
(Oscar Wilde)
Por eso no lo diré nunca, tampoco hoy, aunque hayamos brindado y estén encendidas las velas, aunque me preguntes, aunque insistas, no lo diré, porque si no lo digo es como si no hubiese sucedido.
No quiero olvidarlo, no creas, es simplemente que si no sucedió puede ser que suceda de nuevo, porque ciertas cosas suceden sólo una vez, después pasan.
Se pueden hacer dos cosas: si se habla de ellas se transforman, se convierten en una sombra de lo que en realidad fueron; si no se habla de ellas es como si no hubiesen sucedido, se desean con la misma intensidad, existirán como algo posible, quizás pasen algún día.
Un bucle de silencio va envolviendo los secretos.
martes, 27 de marzo de 2012
azahar...
Las primeras gotas de lluvia huelen generalmente a tristeza aunque a veces puede ser que hagan ilusión y den risa. El humo de la chimenea huele a refugio, dan ganas de tumbarse sobre la alfombra y amar. El humo del tabaco sin embargo huele a noches de bar, a conversaciones aburridas, a "no, no me quiero ir contigo". El tónico de agua de rosas huele a abuela, a abrazos blanditos, a cuentos, a "quiero ser como tú cuando sea mayor". Las palomitas huelen a cine. El vino tinto huele a madera y dicen que a frutos del bosque, a "brindo por nosotros". La hierba buena huele a patio pequeño, al tintineo de una fuente, a un poema que habla de una leyenda oriental. El jazmín huele a noche de verano junto al mar, a "quiero bañarme en el rayo de la luna". Hay personas que huelen tan bien que dan ganas de besarlas, otras personas huelen rancio y dan ganas de olvidarlas. El mar huele a todo lo bueno que puede haber. El olor del pan tostado por la mañana dan ganas de levantarse. El limón huele a alegría. Un cachorrito huele a leche caliente. Ciertas comidas huelen que alimentan. Al entrar en algunas casas o en algunas habitaciones huele mal y dan ganas de irse. Hay sitios que huelen a gloria y uno se quedaría allí toda la vida.
Es primavera y el azahar huele a felicidad.
lunes, 26 de marzo de 2012
escalera...
Salió el libro rodando por las escaleras. Habían llamado a la puerta, nadie llama nunca a esa hora, llamaron y bajé corriendo, estaba descalza, estaba sola, estaba esperando, casi siempre se espera cuando se está solo, aunque en el fondo se sabe que no vendrá nadie, se espera, también se esperan los milagros. Estaba claro que no era un milagro quien llamaba a la puerta en aquella mañana de primavera, los milagros no hacen toc toc. Si un milagro llamase a la puerta llamaría con música, con flores, con un verso o con una broma que me hiciese reír hasta las lágrimas. No era un milagro, seguro, pero bajé corriendo las escaleras, salió rodando el libro, bajé los escalones de dos en dos, no quería llegar demasiado tarde, por si acaso era un milagro aunque hiciese toc toc. La esperanza es lo último que se pierde.
Abrí la puerta ilusionada pero ya no había nadie.
viernes, 23 de marzo de 2012
como una serpiente...
Como una serpiente algunas veces se retuercen las cosas.
Nunca se sabe cuando va a suceder, puede ser que uno vaya tranquilo en alguna mañana soleada, nada hace pensar que se retorcerán las cosas. Antes todo parecía hermoso, la calle vacía con sus sombras alargadas, los libros amontonados sobre la mesa, la taza del café, las pequeñas ilusiones y los pequeños proyectos, todo lo pequeño parecía hermoso, el trinar de los pájaros, los niños que van al colegio, la música, la verdura en el mercado, el silencio. Pero en un segundo todo se retuerce y cambia, se hace turbio, oscuro, comienzan a doler las palabras y los recuerdos.
Sucede a veces cuando sin avisar, de golpe, se muere un sueño.
miércoles, 21 de marzo de 2012
lo que no tengo...
No tengo miedo a casi nada y cuando lo tengo lo supero. No tengo humo gris que me impida ver las cosas, al menos eso creo. No tengo tele en el dormitorio, ni calefacción central, ni cajones en la cocina, ni lavavajillas. No tengo prisa casi nunca. Algunas veces no tengo verguenza, de eso sí que me arrepiento. No tengo rencor. No tengo ganas de competir ni de levantarme temprano. No tengo pereza cuando se trata de reír o de jugar o de subir y bajar muchas veces las escaleras. No tengo álbunes de fotos. No tengo zapatillas de deporte. No tengo límites para imaginar. No tengo envidia. No tengo facebook. No tengo reloj. No tengo mal humor. No tengo ningún traje de chaqueta. No suelo tener malos recuerdos.
No tengo nada de eso, ni ganas de tenerlo.
martes, 20 de marzo de 2012
todo lo que tengo...
Tengo mucho tiempo para hacer cosas, tengo tanto tiempo que incluso me sobra, tengo tiempo hasta para perderlo. Eso me hace muy feliz. Tengo un mar infinito que a veces es azul o turquesa cuando me acerco a los acantilados verdes de aquella costa, un mar que cambia como cambia mi ánimo, las estaciones o la luz del día. En mi mar tengo bandadas de gaviotas libres. Tengo incluso manadas de delfines, pero como también son libres vienen sólo cuando quieren, cuando vienen mis delfines son felices y me hacen muy feliz. En mi mar tengo una orilla con muchas piedras blancas, algunas veces traigo algunas a la casa. Tengo atardeceres todos los días, nunca falla.
Tengo un caminito secreto que sube por una montaña, allí entre olivos y rocas, ahora han salido vinagretas y florecitas blancas, tengo abejas y pájaros entre las ramas. Tengo una parcela de cielo sobre mi casita blanca, tengo silencios y nubes, tengo palabras. Tengo muchos colores, tengo sombras mágicas. Anoche tuve lluvia y tengo ahora una mañana clara. Todo eso tengo, sonrío al pensarlo y me siento muy rica y muy feliz.
Además entre las manos tengo una taza de café.
domingo, 18 de marzo de 2012
melancolía ...
Melancolía, todo lo que se acepta. La trama de las cosas se entrelaza, los colores, las palabras, los silencios, lo que no pasó, los secretos, todo tejido con la melancolía. La melancolía es un domingo por la noche, cuando ha terminado el aire, se ha ido el sol y la esperanza. Eso es la melancolía, cuando se pierde un sueño, el domingo siempre termina en melancolía.
Al menos es una melancolia de colores y eso me consuela.
viernes, 16 de marzo de 2012
la calle...
La calle lleva al colegio. Entonces yo voy por esa calle todos los días, llevo los libros en la mano o abrazados, no llevo bolsa ni maleta porque ya soy mayor, los libros a veces pesan mucho pero los llevo en la mano. Entonces ya es primavera y ha llovido, huele a pino y un poquito a azahar.
En el libro de historia he escrito muchas veces "soy un pez soy un pez soy un pez" porque deseo el mar o quizás porque estoy en una pecera y me ahogo. Entonces estoy triste muchas veces aunque no tengo ninguna amiga del alma a quién decírselo.
Entonces escribo iniciales secretas en los libros y en el margen de los apuntes. Escribo C y escribo P o A. Me gusta C. C es mi amor pero él no me ve entonces, C es mayor y va a "Galeón" el sábado con las niñas mayores que llevan pantalones vaqueros y largas melenas sedosas. Yo el sábado no salgo entonces, algunas veces voy al cine con mi prima, pero eso no es salir, no tengo pantalones vaqueros ajustados ni las piernas largas, además tengo el pelo rizado y feo, comprendo que C no me vea. Entonces yo le gusto a A. A viene a esperarme a la puerta del colegio y se ofrece a llevarme los libros pero yo no quiero que vea que he escrito C dentro de un corazón. A me acompaña por la calle que lleva al colegio y en el murito nos paramos y me besa una vez, tiene que agacharse porque es alto y yo soy muy poca cosa. Entonces sólo siento vergüenza porque no soy alta ni llevo pantalones vaqueros, llevo el uniforme azul y una coleta. Tengo libros que pesan mucho y soy un pez. Entonces dentro de poco llegará el verano y siento un golpe de alegría pensando en el mar, seguro que en verano todo es distinto, seré alta, tendré el pelo lacio, me pondré vaqueros, C me mirará y querrá salir conmigo, aunque entonces siento de pronto mucha pena por A que me pasa el brazo por los hombros y me pregunta qué haré en verano.
Entonces no le digo que estoy pensando en otro y aprendo a mentir por la calle que lleva al colegio.
jueves, 15 de marzo de 2012
anoche...
Anoche encendí una vela bajo mis deseos, comenzaron a balancearse entre sombras. Es curioso cómo cambian los deseos según se iluminen o desde donde se miren. Todo cambia, pero los deseos son especialmente frágiles e inestables, el calor de una vela hace que bailen, que cambien forma, no se parecen a lo que fueron al principio cuando eran hojas de papel y se podía incluso escribir sobre ellos. Los deseos aparecen o desaparecen y son distintos según la hora del día o de la música que suene. Es muy divertido tener deseos colgados del techo.
Esta noche encenderé otra vez las velas y miraré de nuevo mis deseos entre sombras. Se aprende mucho mirando sin prisa los propios deseos.
Les preguntaré por qué nacieron y cómo acabarán.
miércoles, 14 de marzo de 2012
primavera...
Amaneció distinto, el aire era fresquito pero dulce y los pájaros cantaban más fuerte. Ayer vi que los jacarandá de la avenida ya estaban llenos de flores violetas que huelen a miel. Por la noche un cierto bullicio en la calle, en las risas, en el viento que entraba por la ventanilla del coche entre los pinos me hizo sentir que llegaba la primavera. El prunus del patio ha florecido también. Yo me he puesto una camisa blanca y me he sentado en el suelo del estudio al sol, he hecho flores de papel, quiero que mi casa blanca se vista de primavera. Cada flor es un deseo que cuelgo para que flote etéreo y me recuerde que voy a ser feliz en esta primavera blanca.
Son tan bonitos los deseos de papel!
martes, 13 de marzo de 2012
el rosa tiepolo...
"Pintar el mundo como si fuese un teatro"
El rosa Tiepolo es un color que golpea y después fácilmente se pierde. Eso sucede con algunos colores y con muchas palabras, también sucede con algunas personas, que impresionan y deslumbran, después fácilmente se pierden.
A veces en los libros aparecen las respuestas o los pensamientos que no hemos podido encontrar en nuestras vidas llenas de días pequeños y monótonos. Entre las páginas de un libro se puede descubrir un mundo pintado como si fuese un teatro, de un color vibrante que golpea la emoción, aunque después fácilmente se pierda.
El rosa Tiepolo.
domingo, 11 de marzo de 2012
ensalada...
En algunos momentos me quedo callada y quieta, mi mirada se concentra en algún color, en una sombra, en un contorno y me alejo del mundo. Me puede pasar en cualquier sitio, ante cualquier cosa. Los que me rodean, si me sucede cuando estoy con gente, se preguntarán en qué pienso, por qué me quedo absorta. No pienso en nada, me pierdo simplemente en la forma y el color, comprendo en un momento de lucidez que todo puede encerrar una gran belleza.
Incluso un plato de ensalada.
jueves, 8 de marzo de 2012
de mar...
Junto a la orilla del mar de la infancia descubrí mi esencia: soy de mar.
Me lo dijo mi madre, ella me hizo. A mi hermano mayor lo hizo de tierra, en una tarde de invierno oscuro se adentró en el olivar del cortijo, era áspero, tenía los ojos marrones y la piel dura. A mi hermana pequeña la tejió con hierba de primavera, por eso era tan blandita y fresca, sus ojos eran del color de las hojas cuando se secan. A mi sin embargo me hizo de mar. En verano nadó a lo más profundo y eligió una ola pequeña, le puso mi piel y mi nombre y me trajo en brazos hasta la orilla. Yo tengo los ojos verdes o azules, en el mar el color cambia. Soy líquida y algunas veces me siento tan sola porque soy de mar y la gente, que no puede agarrarme, no lo acepta.
Vivo junto al mar por no alejarme de lo mío, pero si la vida me lleva tierra adentro sólo tengo que recordar a mi madre en la orilla contándome cómo me hizo para saber que nunca lo tendré lejos.
Porque soy de mar y lo llevo dentro.
martes, 6 de marzo de 2012
mi estudio...
Mi estudio es pequeño y blanco, como el resto de la casa, está en la planta alta, un gran ventanal lo separa de la terraza, da al sur. El sol entra en mi estudio toda la mañana. No trabajo mucho en mi estudio, no sería posible trabajar con tanta luz y tanto silencio, los pájaros revolotean y se paran en el ficus o en el romero que está grande y lleno de florecitas violetas. Como ya comienza el calor vienen las primeras abejas a buscar el azahar del naranjito chico. Pierdo mucho tiempo en mi estudio, algunos días me levanto con la intención de acabar un cuadro o de hacer un dibujo que he soñado, pero después me olvido de todo y me tumbo en el sofá a mirar el cielo o las sombras o el viento.
Tengo muchos libros por leer y muchas palabras por escribir. Tengo pinceles y lápices, también tengo cuadernos de viajes, muchas ideas, papeles en las carpetas y lienzos en blanco, por si algún día algo algo en ellos.
Pero lo que más tengo en mi estudio es tiempo y la suerte de poder perderlo con alegría, sin sensación de culpa ni remordimiento.
domingo, 4 de marzo de 2012
aire...
"Una sonrisa, pero que sea incierta o vagamente inefable, como la nostalgia irremediable y sutil de quien sabe que todo es vano y que los vientos que hinchan las velas de los sueños no son más que aire, aire, aire." (A. Tabucchi)
Llevo conmigo desde hace años esa frase de Tabucchi, como una oración me la repito cada vez que siento esa nostalgia irremediable y sutil, porque sé que todo es vano y que los vientos que hinchan las velas de mis sueños no son más que aire, aire, aire.
También me la repito cuando el aire cae y ya no hincha las velas ni mueve los sueños.
Llevo conmigo desde hace años esa frase de Tabucchi, como una oración me la repito cada vez que siento esa nostalgia irremediable y sutil, porque sé que todo es vano y que los vientos que hinchan las velas de mis sueños no son más que aire, aire, aire.
También me la repito cuando el aire cae y ya no hincha las velas ni mueve los sueños.
viernes, 2 de marzo de 2012
en la antigua china...
" En la anatigua china existía la costumbre de observar el cielo através de un tubo delgado y de juzgar las obras de arte mirándolas através de una estrecha hendidura."
Eran sabios los antiguos chinos, sabían que en el cielo inmenso se pueden descubrir mágicos paisajes si se recortan y delimitan, también sabían que las obras de arte se multiplican si se saben fragmentar para después contemplarlas de nuevo completas.
Yo algunas veces intento mirar los recuerdos através de un tubo delgado y juzgarlos mirándolos através de una estrecha hendidura.
Algunos recuerdos son como el cielo o como las obras de arte.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)