sobre las cosas del vivir



domingo, 25 de noviembre de 2012

volare...


Nel blu, felice di stare lassù
e volavo volavo felice più in alto del sole ed ancora più sù
mentre il mondo pian piano spariva lontano laggiù...



Algunas veces vuelo en el azul, el mundo desaparece y soy feliz.



viernes, 23 de noviembre de 2012

be calm...



Cuando te dicen palabras que no esperas. Cuando esperas una carta que no llega. Cuando no encuentras lo que estás buscando o cuando de repente te encuentras con algo o con alguien que habías olvidado y no te da alegría volverlo a ver porque renacen viejos recuerdos que no son buenos. Cuando el tiempo no pasa o pasa demasiado deprisa. Cuando miras por la mañana a tu pequeño jardín y encuentras que la camelia se ha muerto, todas las hojas están secas, esparcidas por el suelo y nunca más dará flores, en realidad cuando cualquier cosa muere y sobretodo cuando muere alguien a quien amas. Cuando haces un regalo con mucha ilusión y la persona que lo recibe no puede disimular el gesto de decepción porque no le ha gustado, esto pasa también cuando cocinas y nadie aprecia lo que has hecho. Cuando sueñas con algo y el sueño se cumple. Cuando no encuentras nada con lo que soñar. Cuando amas. Cuando dejas de amar. Cuando te aman a ti o te dejan de amar. Cuando confiabas y ya no confías, cuando te decepcionan y sobre todo cuando te das cuenta de que has decepcionado tú. Cuando tienes mucho calor o mucho frío, o hambre o sed. Cuando se te rompe algo precioso como una copa de cristal. Cuando estropeas un dibujo o alguna otra cosa que estabas haciendo. Cuando no te comprenden. Cuando crees que necesitas algo o a alguien. Cuando deseas.

BE CALM.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

teatro...




En algún momento de nuestra vida, creo que de todas las vidas, cae el telón. Algunos son capaces de cerrar el telón por si mismos, otros no, a otros se les cae solo y se quedan a unos centímetros de la tela roja sin comprender el repentino silencio o la soledad. Pero en algún momento todos nos damos cuenta de que ya hemos actuado bastante para los demás y sólo al cerrarse el telón nos encontramos a nosotros mismos.
Nos hemos dedicado demasiado poco tiempo, mirando siempre hacia afuera, haciendo depender nuestra alegría de los demás. ¿Por qué buscar que nos vean, que nos quieran, que hablen de nosotros si no sabemos querernos, ni vernos, ni hablarnos a nosotros mismos?
Algunos por voluntad propia y otros por casualidad en algún momento volvemos al interior y nos damos cuenta de que lo que nos queda por hacer es prepararnos para recibirnos.

Sin teatro finalmente, ser felices en nosotros mismos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

pentimento...




Ha pasado un año y quise cerrar el círculo. Terminar. Creí que un año era suficiente. Yo me equivoco tanto...
Después si me paro y me quedo en silencio soy capaz de oír a mi sentimiento hablar y me arrepiento.
El pentimento es una alteración en un cuadro que manifiesta el cambio de idea del artista. Los grandes cuadros están llenos de pentimenti, arrepentimientos y cambios. ¿Por qué no llenar también la vida sin remordimientos de arrepentimientos y cambios?
Un pentimento me ha hecho hoy comprender que quiero seguir, que puedo equivocarme, arrepentirme y cambiar.

Aunque los círculos se vayan cerrando la mirada no, intenté dibujar una mirada verde que pudiese mirar a la vez muy lejos y hacia dentro.


viernes, 16 de noviembre de 2012

vida...



Cualquier día es bueno para comenzar una nueva vida.
Hay vidas que duran mucho, son largas, llanas, pesadas, uno se acostumbra a esas vidas de días breves que pasan rápidos porque son iguales, uno acepta la monotonía y se resigna y un poco después de la resignación llega lo peor que es no querer cambiar, creer que en esa segura monotonía de días iguales  uno está seguro y cómodo.
Pero cualquier día es bueno para comenzar una nueva vida, aunque dure poco, unos meses, unos días, incluso unas horas son suficientes para vivir otra vida. Esas vidas son inseguras, peligrosas, intensas, suelen ser rojas o naranjas como el fuego, o blancas como la felicidad.

Y redondas como esta luna inventada que pinté en la pared para no olvidar que la vida vuela y que no pesa.


martes, 13 de noviembre de 2012

llorar...




Cuando yo era pequeña intentaba no llorar nunca. Lo recuerdo bien, cuando mi hermano mayor me rompía los juegos, los castillos de arena, los dibujos que yo hacía sola y en silencio, no lloraba. Mi madre me decía: "llora si estás triste", pero yo no lloraba, recogía los restos y me iba sola a otro rincón sin llorar, era un orgullo extraño o el único modo de vencerlo a él, que quería hacerme llorar y yo creía que lo vencía no llorando. Incluso cuando me caía o me cortaba un dedo, cuando me arañaba en la zarza mora, no lloraba.
Pero un día lloré, lloré tanto que me hicieron una foto para inmortalizar el momento, todos me miraban llorar y yo lloré durante horas todo el llanto que me había tragado. Fue curioso porque ese día no tenía motivos para llorar y me rendí. Fue el primer día de tristeza, de dolor y duda, igual a todos los otros días de dolor y duda que me han ido marcando la vida.
Ayer fue uno de esos días de dolor y duda, ayer lloré.
Hoy he encontrado la foto de aquel otro llanto y me ha hecho sonreír, es curioso, con todo el tiempo que ha pasado y sigo igual, sin querer llorar o llorando sin motivo.

Con todo el tiempo que ha pasado me sigo sintiendo así, pequeña y frágil, mirando sin comprender hacia algún punto lejano y desconocido, valiente, insegura. Igual.


domingo, 11 de noviembre de 2012

boceto...



Lo que recuerdo más intensamente es el olor del aula de pintura, olor a oleo, a trementina, al polvo de todas las telas antiguas que se usaban para crear los decorados donde posaban los modelos. Los caballetes de madera se movían por el aula, cada uno lo colocaba donde quería. Antes de enfrentarnos al lienzo definitivo hacíamos algunos apuntes en tablillas o en cartones para estudiar la composición o las tonalidades generales, el cuadro final, el grande, no tenía nunca tanta frescura. Pintar es muy difícil, pero hacer un boceto algunas veces es algo espontáneo sale de un modo natural, mágico. Por eso admiro tanto la pintura trabajada y que sigue conservando la magia, la pintura de los que pueden llegar más allá de los primeros trazos y no perder la esencia.
Éste es el boceto, alguien me ha dicho alguna vez al verlo que es una escena sensual, podría ser.
Yo sólo veo la sensualidad en el trazo, en el color, me recuerda la emoción del olor del aula de pintura, la quietud de las modelos mientras posaban, el esfuerzo al mezclar el oleo en la paleta, al mirar y querer descifrar lo que se ve, intentar captar la forma, la luz, la dificultad de representar la carne.
Las palabras, las músicas, los olores, los colores y algunas imágenes tienen la capacidad de trasladarnos en el tiempo.


En este domingo de otoño busco algo que me lleve lejos porque necesito escapar. Un boceto de aquellos años y vuelvo allí.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

la lluvia de cada día...



Despertarse al alba oyendo la lluvia y seguir acurrucada entre las sábanas. El prunus y el ficus soportando el peso de la lluvia, los jazmines en la ventana, aunque ha llegado el frío y llueve siguen ahí, perfumando el aire. La fuente del patio llena de agua de lluvia. El gallo que canta bajo la lluvia, el perro que ladra, las campanas de la iglesia mientras llueve, al oír todo esto pienso que estoy en otro tiempo muy lejano y sonrío porque viajar en el tiempo no es tan difícil como parece cuando llueve tanto. Las paredes blancas, las escaleras blancas, la luz de las velas, la música suave y tras el cristal, sin cesar, la lluvia. El café por la mañana y la lluvia. Poner hojas de helecho llenas de lluvia en un jarrón. Dibujar, leer mientras llueve. Conducir despacio por la carretera entre los pinos esquivando la lluvia. Volver de noche cansada de lluvia. Las calles vacías, sólo lluvia.
La lluvia de cada día y silencio.

Al llorar bajo la lluvia las lágrimas se disuelven y no son tan amargas.

martes, 6 de noviembre de 2012

mirar...




"Para que un objeto sea interesante basta con mirarlo mucho tiempo" (G. Flaubert.)

¿Y será lo mismo con las personas?
¿Bastará con mirar mucho tiempo a alguien para que nos resulte interesante?
En los objetos lo creo, cualquier objeto, una piedra, se vuelve inmensa cuando la miras, el color, las venas que la recorren, se puede ver un mundo infinito en una piedra si se mira mucho tiempo, lo he comprobado. También en una flor, en un cuadro, en todos los objetos sencillos que nos rodean, incluso en las sombras. Quedarse quieto en silencio y mirar es lo único necesario para que cualquier objeto sea interesante.
Hay personas así, cuánto más las miras resultan más interesantes y querrías perderte en ellas o con ellas, pero otras personas resultan interesantes justo cuando no se han mirado. 

Y si se miran mucho tiempo desaparecen.


domingo, 4 de noviembre de 2012

je tremble...



Es domingo, es gris el domingo. Es lento y es perezoso el domingo. Yo también.
En los domingos lentos y grises y perezosos espero que ocurra algo que me salve (quizás todos estemos esperando algo que nos salve). Una frase vale, encontrada en una revista de decoración por azar. Me levanto del sofá y me pongo un jersey rojo, me pinto los labios de rojo, ya no quiero ser gris, quiero escribir en rojo "C´est avec ton corps que je tremble". Pensar en rojo, recordar en rojo o soñar en rojo.

Cómo me gustaría decir en voz baja esa frase roja y temblar.


jueves, 1 de noviembre de 2012

1 de noviembre...



Antiguamente se ofrecían manjares a los muertos. Pasteles y vino, frutas y leche. Ahora se ofrecen flores y entre las flores se escriben frases con letras negras o doradas. Frases convencionales y absurdas, tanto como ofrecer dulces.
Antiguamente se ponían velas ante las fotos de los muertos y en  algún rincón de la casa se creaba una especie de altar donde venerar la imagen del que se había ido. Yo no tengo fotos tuyas ni te pongo velas ni hay ningún rincón en mi casa donde tú no estés.
Antiguamente cuando se cumplía el aniversario de una muerte se iba al cementerio en familia con flores para ofrecer al muerto. Hoy es el aniversario de tu muerte. Yo nunca he ido a verte al cementerio, nunca te he llevado ni te llevaré flores ni frutas. En una urna están tus cenizas pero yo no creo que estés allí, en aquel panteón familiar, ruinoso ya, entre otros muertos y otras urnas que desconozoco.
Yo te busco aquí, entre mis manos que se parecen cada día más a las tuyas, como yo me voy pareciendo cada día más a ti.

Te busco y te encuentro en mi, entre mis silencios y mis palabras.