sobre las cosas del vivir



viernes, 28 de septiembre de 2012

la lluvia...



A esta tierra mía la lluvia llega a galope, en tromba, haciendo la guerra, desgarrando inunda, muerde y araña. No amaneció hoy, me despertó un rayo en el cielo negro que se rompía.
No tengo miedo ni ganas de luchar. Entonces, al susurrar ese pensamiento, la lluvia se hace más suave, tanto que puedo distinguir el sonido de cada gota que cae, también se hace clara la mañana y pasa la tormenta.

La lluvia al caer arrastra los jazmines que anoche perfumaban mis sueños.


miércoles, 26 de septiembre de 2012

la indiferencia...


"Libro del desasosiego"
Fernando Pessoa


De nuevo Pessoa y sus palabras.
Al releerlas, otra vez por azar, comprendo que mi espera es la espera de la indiferencia que quizás él, Pessoa, me enseñó hace tiempo, otra lección que tenía olvidada.
Me voy descubriendo torpe a medida que escribo y que avanzo, insegura, olvido lo que creí haber aprendido, aunque al recordar las sensaciones vuelven. Vuelve ese destello de alegría de creer que se comprende.

"Saber encontrar a cada sensación la manera serena de realizarse."



martes, 25 de septiembre de 2012

la espera...



Puede ser muy dulce la espera si se espera sin esperanza. Entonces uno prolonga el tiempo y lo llena de sueños que no duelen porque en el fondo no se esperan, se adorna la espera con sonrisas, con cosas y con palabras que no se dicen, o que tal vez se susurran y se dejan en el aire como pinceladas o sombras.
Algunas veces al esperar así, sin esperanza, es divertido vestirse bien, perfumarse las manos con el gesto de una caricia, ponerse un collar, como si en realidad se esperase, pueden ponerse flores en el jarrón, incluso preparar con amor la cena, pero como en realidad en esa espera no se espera, se hará muy poca cantidad para que no sobre y no de pena.
Puede ser también muy amarga la espera cuando en realidad se espera y lo que se espera no llega.
Entonces los sueños gritan y arañan porque se desesperan.
El tiempo no pasa hasta que pasa todo.
Lo que era bueno se hace malo cuando lo que se espera, si de verdad se espera, no llega.

Prefiero la espera dulce del que sabe que en realidad no espera lo que espera.



jueves, 20 de septiembre de 2012

el horizonte...



Ahora es blanco y me separa del mundo el horizonte, está en alto este horizonte, para verlo tengo que mirar al cielo.  En vez de olas tengo las hojas verdes que han crecido en mi ausencia y las rojizas del prunus, que comienzan a caer, caen también jazmines blancos como una lluvia leve de lágrimas. Yo se que tras éste horizonte, más allá de las montañas hacia el sur está el mar, pero no lo veo ni puedo lanzarme a su azul inmenso. Los chinos del patio están húmedos, serán quizás las lágrimas de los jazmines o los recuerdos que se disuelven cuando caen como las hojas. Tintinea la fuente, los pájaros han aprendido y bajan a beber el agua fresca, después ascienden, atraviesan las hojas que son como olas, cruzan el horizonte y se pierden en el cielo.

Si yo supiese volar, sin dudarlo, me iría tras ellos.


martes, 18 de septiembre de 2012

la lección...




Si ton chemin devient trop long   aride
souviens-toi qu´il n´est rien qu´une ligne arbitraire
dont tu peux t´écarter très vite
Marche sur l´herbe sur les pierres sur la terre
humide ou craquelée
Fais ton chemin hors des chemins

PIERRE CAIZERGUES


Sí, mi camino se me hace a veces árido, demasiado largo. Entonces recuerdo que no es más que una línea arbitraria de la que si quiero puedo apartarme, vuelo sobre la hierba, sobre las piedras, sobre la tierra húmeda o quebrada, hago la ruta fuera de los caminos.

Cuando en una mañana gris uno está perdido y por azar abre un libro y lee un poema para encontrar consuelo en una lección que ya se sabía, y quizás el camino.



sábado, 15 de septiembre de 2012

el secreto...




Me lo ha contado el mar en esta mañana dulce de olas pequeñas y viento suave.
Cada instante es único y no se repetirá jamás. Cada día hay que disfrutarlo como el último porque nunca habrá otro igual. No habrá nunca otro beso ni otra caricia igual, no habrá otra cena ni será la misma la llama de la vela. Aunque se puedan repetir las palabras tendrán siempre otro sonido y otro significado. Nunca habrá otra otra mirada como esta ni otro pensamiento disuelto en este segundo. Nunca será el mismo rayo de sol ni la misma noche estrellada. Nunca veremos la misma nube. No será jamás la misma gota de lluvia. Nunca es la misma ola, imposible ver el mismo color. No seremos nosotros mismos, iguales, nunca más.
Me lo ha dicho el mar con un rumor constante que antes no entendía.

El secreto para gozar de la verdadera alegría es saber que nada, nunca, se repetirá.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

mi trabajo...




Voy a mi trabajo. Aparco el coche y bajo caminando por la avenida que tiene palmeras y jacarandás. En primavera siempre me emociono al ver las aceras tapizadas de flores violetas.
Las sombras de las palmeras se tumban sobre el asfalto como si fuese arena, sueñan que están en el mar. Yo también sueño con el mar, creo que aún me mece y que mis pasos son inciertos de tanto tiempo pasado sobre las olas.
Al final de la avenida la ciudad se hace más vieja, las calles estrechas y ruidosas, en una plaza del centro de esta pequeña ciudad está mi trabajo en la Escuela de Artes.
Comienza un curso, me pregunto si seré capaz de hacerlo bien, si tendré suficiente fuerza y alegría, si conseguiré de nuevo entusiasmarme con lo que enseño para poder entusiasmar. Tendré paciencia, aprenderé de los alumnos porque siempre todo el mundo tiene algo que enseñar. Este año sonreiré mucho, hablaré menos y escucharé más. Buscaré métodos nuevos para que aprendan a abrir los ojos y mirar.
Mirar, fantasía, color, imaginación, forma, dibujar, pensar, descubrir, hacer, deshacer, recomenzar, investigar, sombra, luz, inspiración, simplificar, estilizar, estructura, textura, composición, volumen, línea, movimiento, armonía, contraste, creatividad.
Me voy repitiendo las palabras que son mi trabajo a cada paso incierto que doy bajando la avenida.

Pisando la sombra de las palmeras como si pisara la arena de la playa antes de llegar al mar.



lunes, 10 de septiembre de 2012

el pasado...



Un juego de tarros del tocador de mi abuela. La figurita de barro estaba en la biblioteca, entre los libros de arte. De niña, cuando jugaba sola, alguna vez la cogí para convertirla en el hijo que creí que tendría algún día, el que nunca tuve, también la dibujé a lápiz cuando comencé a dibujar, para estudiar en su cuerpecito redondeado las luces y las sombras. Un cuadro pintado por mi abuelo que apareció entre las sabanas bordadas del ajuar sin estrenar de mi tía. El abuelo al que no conocí y a quién siempre amé, dicen todos que me parezco a él, que tengo sus ojos.
Objetos del pasado en una esquina del presente. Algunas cosas, las que el azar decide, atraviesan el tiempo y las vidas y nos las encontramos disueltas en nuestra cotidianidad. Me quedo absorta mirando una esquina de mi casa llena de pasado.

Absorta mirando el pasado.


sábado, 8 de septiembre de 2012

cielo de septiembre...



Cielo de septiembre.


Pasaron las gotas de lluvia, no fueron suficientes para hacer subir el agua ni volverla más dulce.
Pasó el día gris que parecía de otoño. Pasó también la melancolía. 

Al atardecer ya no pude estar triste ni encontré palabras. 



viernes, 7 de septiembre de 2012

lluvia...



Las primeras gotas de lluvia rompen el mar.


De repente todo cambia.

¿El otoño está empezando?



miércoles, 5 de septiembre de 2012

regalos...

Ina


Los atardeceres, la luna y las estrellas, despertarse al alba, las nubes son un regalo. El azul del mar, el verde del mar, cualquier color del mar, en realidad, es un regalo. El trinar de los pájaros, algunas músicas y muchos silencios son un regalo. El deseo es un regalo, la ilusión, las ganas, los proyectos, la pereza son un regalo. Una sombra fresca, la montaña, el agua fresca, el amor, los besos, un amigo es un regalo. Una cena con velas, las caricias, el sol, la lluvia, el viento, la calma son un regalo. Los animales, los recuerdos, la verdad, la mentira, el olvido, los secretos, los sueños son un regalo. La soledad y la compañía son también un regalo. La alegría. Un buen libro, un buen cuadro, todas las cosas que emocionan son un regalo, las flores, las risas, las miradas son un regalo.

He preguntado a Ina si podía publicar su foto porque algunas personas especiales, las que nos enseñan que la vida hace regalos, como ella, son un regalo.


martes, 4 de septiembre de 2012

tierra...



Hay un río, cañaverales y algunos huertos, olivos limpios y montañas rocosas.
La carretera acompaña al río. El cielo es tan azul que parece que está cerca.
La carretera que acompaña al río me aleja del mar y me lleva a tierra. Hacia otra vida.
¿Tengo que ir?
Cuando llegue abriré la puerta de mi casa pequeña y blanca.

Allí encontraré consuelo.

lunes, 3 de septiembre de 2012

lo que más me impresionó...





Había sido una noche muy húmeda. Tuve la sensación de que era el mar lo que estaba respirando, el aire era salado y denso. Al alba el cielo parecía transparente, salí del barco y sentí frío, el sol comenzaba a salir rotundo y rojo, el agua tan quieta reflejaba la luz dorada que lo teñía todo. Una ráfaga de viento movía suavemente la única nube blanca, al seguirla con la mirada descubrí que la luna llena aún y nítida seguía en el cielo, justo a la misma altura que el sol pero al otro lado, como si se miraran el uno al otro enamorados, unidos por un instante, después el sol siguió ascendiendo haciéndose fuerte y la luna se fue tímida y asustada.

"Luego conté a la gente lo bello que había sido todo eso
lo que más me impresionó fue que nadie se impresionara"